"El dolor de esa madre es insoportable. Utilizaron a sus hijas como armas contra ella, por venganza. Nos unimos a su dolor y al de su familia". Así comenzaba en Vigo la concentración por el doble crimen de Moraña. La notoria repulsa social generada tras el parricidio de las dos niñas llevó ayer a cientos de personas a participar en las distintas concentraciones convocadas en las principales ciudades de Galicia. En Vigo la protesta tuvo lugar delante del museo Marco y en ella participaron familiares de víctimas de otros crímenes violentos, como José Alonso y su mujer, Susana Quina. Él es tío de la joven Sara Alonso, asesinada en 2004 en Vigo y padre legal de Ricardo Ortega Quina, otro joven que apareció muerto violentamente en Torrecedeira. También participaron políticos, como el concejal de Marea de Vigo, Rubén Pérez o la diputada en el Parlamento gallego Chelo Martínez

La coordinadora de la Marcha Mundial contra as Mulleres leyó un manifiesto y reclamó medidas y medios suficientes para la protección de los menores y sus madres. Con el asesinato de Candela y Amaia, aseguraron, "hemos fracasado toda la sociedad" pues "este crimen demuestra la vulnerabilidad de las mujeres", explicaban las concentradas.

Las proclamas de "non máis mortes" y apoyo a la familia de las pequeñas se extendieron a Pontevedra, A Coruña, Santiago, Ferrol y Ourense. Otros gestos de rechazo al crimen que la investigación cataloga como machista también se produjeron en citas deportivas disputadas a lo largo de esta pasada jornada. Entre ellas, el partido de fútbol que jugaron el Ribadumia con el Choco.