La Policía y la Armada han interceptado en el Atlántico, a 1.480 kilómetros de Canarias, a un pesquero con bandera de la Polinesia que pretendía transportar a la Península Ibérica dos toneladas de cocaína, el mayor alijo incautado en los últimos años, según datos facilitados por Interior.

El Walrus, con puerto base en la isla de Palau, en el Pacífico, tiene como capitán a un ciudadano holandés residente en la Costa del Sol, en Andalucía, del que los servicios policiales ya tenían sospechas de que podía estar dedicándose al tráfico de drogas, según explicó ayer en la Base Naval de Las Palmas el comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Ricardo Toro.

Los 1.950 kilos de cocaína, cargados en un punto no determinado del Caribe, iban destinados al mercado europeo. También fueron detenidos los otros tripulantes del barco, tres ciudadanos caboverdinados, en el asalto desde el buque de la Armada Meteoro por un equipo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) la Policía.