Penas que suman 18 años de prisión y multas por valor de 450.000 euros. Esta es la condena que solicita la Fiscalía Antidroga de Pontevedra para una red de distribución de hachís con base en Vigo que se abastecía en Andalucía, a donde viajaban con frecuencia, y que fue desmantelada por la Policía Nacional en enero de 2014. La investigación policial permitió interceptar uno de los vehículos del grupo que transportaba 30 kilos de hachís cuando circulaba por la AP-9 y detener al supuesto cabecilla, que iba al volante, así como a otras dos personas que lo escoltaban en otro coche a modo de lanzadera.
En el banquillo de los acusados se sentarán los vigueses David E.E., supuesto cabecilla del grupo, Óscar C.F. y David T.A. El fiscal antidroga Luis Uriarte, pide para cada uno de ellos 6 años de prisión -cuatro y medio por un delito de tráfico de drogas y otro años y medio por el delito de constitución e integración de grupo criminal.
El Ministerio Público sostiene que los tres imputados "en unión de otros personas no identificadas" formaban parte de un grupo organizado que tenía como objeto el transporte de hachís desde el sur de España hasta la provincia de Pontevedra, para su posterior distribución entre los consumidores finales del producto, siendo todos ellos conscientes del daño que para la salud pública con ello se generaba". La acusación considera que cada uno de los imputados desempeñaba un trabajo concreto en la red y estaban jerarquizados.
Así, apunta que David E.E. era quien tenía los contactos con los distribuidores finales del hachís en Pontevedra, quienes le daban instrucciones sobre las fechas para realizar los transportes, así como del lugar y las personas que debían entregarle en el hachís en el sur de España.
Los otros dos acusados "bajo dependencia inmediata y alas órdenes de David", le acompañaban en sus viajes para proveerse de la droga que después distribuirían en Vigo, asegura el fiscal. Su función, según a acusación, era viajar en un vehículo distinto al que llevaba la droga, varios kilómetros por delante, con el fin de avisar de la posible existencia de controles policiales. David, según la acusación, recibía una cantidad variable de dinero en función de ll cantidad de droga transportada y era quien pagaba a los otros dos por sus servicios.
