La Fiscalía y la representación de la Xunta rebajaron ayer la acusación de asesinato para el presunto autor de la muerte de Isabel Pérez Fraga en su domicilio de Marín en las navidades del año 2013. Lo hicieron al entender que el delito aplicable es el de homicidio, porque no existió premeditación. Así, la petición de condena se redujo de 35 a 18 años de cárcel, además de un exilio de 20 años de Marín y una indemnización al heredero de la víctima (su hermano) de 60.000 euros. El acusado reconoció los hechos y no quiso aprovechar su derecho a un alegato final. Así, el jurado popular iniciará hoy la deliberación para llegar a un veredicto.

El fiscal instó al jurado a tener en cuenta las circunstancias modificativas de la responsabilidad en las que están de acuerdo el ministerio público y la acusación popular, porque lo contrario, señaló, "no sería hacer justicia, sino algún tipo de venganza rastrera".

La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra concluyó ayer el juicio contra Miguel S.A., autor confeso del brutal asesinato de Isabel Pérez Fraga. Durante esta última sesión las partes presentaron sus informes finales, en los que introdujeron modificaciones que rebajaron de manera sustancial la petición de penas por este crimen machista.

Inicialmente tanto el fiscal como la letrada de la Xunta comunicaron su intención de solicitar las máximas penas para los delitos de asesinato y agresión sexual, es decir, 20 años por el primero de los cargos y 15 por el segundo. Sin embargo, el Ministerio Público modificó su informe calificando los hechos de homicidio, por lo que ha solicitado una condena de 12 años de cárcel. Mantuvo el cargo de agresión sexual, aunque reduce la petición a 6 años de prisión. La abogada de la Xunta se sumó a estas conclusiones. Y también la defensa, que empezó el juicio pidiendo que Miguel S. fuese condenado a dos años como autor de delito de homicidio por imprudencia y sin reconocer la agresión sexual.

La Fiscalía justificó la modificación en su solicitud en que la víctima "tuvo una cierta capacidad para hacer frente a su agresor", por lo que la calificación del delito cambia y, en este caso, el fiscal considera que las lesiones que presentaba el procesado cuando fue detenido evidencian que la fallecida "pudo defenderse". De todas formas, considera que concurre abuso de superioridad y la agravante de parentesco. El fiscal también tuvo en cuenta que el procesado confesó los hechos y reconoció todo, y contempla la embriaguez que puede considerarse una posible circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal.

Los nueve jurados recibirán hoy el objeto del veredicto para iniciar las deliberaciones sobre la culpabilidad o no del acusado.