José Quintela, el fraile de O Cebreiro acusado de prostitució y abusos, abandonaba la noche del pasado viernes la prisión de Bonxe (Lugo) en la que permanecía ingresado después de que el juzgado de instrucción de Becerreá dictaminase su ingreso carcelario sin fianza y de forma comunicada. La entrada en la cárcel se producía hace poco más de un mes y medio.

El religioso había sido detenido en febrero por la Guardia Civil como presunto autor de abusos sexuales a un joven de 19 años con discapacidad y una menor. El fraile siempre negó esos abusos aunque la menor aseguró en sede judicial que las relaciones se mantenían de mutuo acuerdo.

La menor reconoció en el juzgado que entre ella y su primo discapacitado sólo hubo "besos y caricias". También admitió que el fraile grababa algunos encuentros sexuales, si bien creía que solo formaba parte del juego erótico y después lo borraba. Negó haber recibido sexo a cambio de dinero. Aseguró que nunca le pidió dinero aunque reconoció que José Quintela la ayudó económicamente y le entregaba entre 50 o cien euros. En otra ocasión le dio 200 para las gafas que necesitaba su hermano.

Según informan algunos medios, J.Q. habría abandonado la prisión pasadas las ocho de la tarde en un vehículo que se habría dirigido hacia A Coruña. La orden de puesta en libertad del religioso se produce después de varias peticiones que fueron rechazdas por la Audiencia Provincial.

La cara más famosa del Camino Francés

José Quintela era la cara más popular del camino Francés en la montaña lucense a la que llegó hace 5 años tras su particular peregrinaje por los conventos franciscanos, primero en Marruecos, después en Ponteareas y Santiago hasta que llegó a O Cebreiro. El religioso de poblada barba y hábito, de carácter abierto y un punto excéntrico, se había convertido en un referente en la zona. Recogía y atendía a los peregrinos que se dirigían a Santiago y no dejaba de fotografiarse con ellos, fueran famosos o no. Cientos de fotografías con nieve, lluvia o sol, ilustran la página web del santuario de Santa María, que él se encargaba de mantener al día.

El franciscano, rompiendo su voto de castidad, y según los testimonios que se recabaron durante la investigación del entorno, habría montado orgías con la menor y su primo discapacitado, a quienes grabó desnudos en varias escenas eróticas en las que también él está sin ropa; también habría retratado lso genitales de la joven y losl suyos cubiertos de billetes, entre otros ornamentos.

La Diócesis de Lugo, ante la presunta gravedad de los hechos decidió en su día prohibir de manera cautelar, su presencia en las parroquias de la unidad pastoral de O Cebreiro, así como cualquier otro tipo de colaboración pastoral en el territorio diocesano.