El mayor capo de la prostitución de Europa, conocido como "Cabeza de Cerdo", abandonó a primeras horas de la mañana de ayer la prisión Pontevedra de A Lama camino de Madrid, para ser extraditado a su país, tal y como había adelantado FARO. El rumano Ion Clamparu, de 46 años de edad y condenado en España a 30 años de cárcel por delitos de prostitución y aborto en 2012 , dormía anoche en el centro penitenciario madrileño de Estremera. En las próximas horas será entregado a las autoridades de su país.
El "Gran Clamparu", millonario y considerado casi un dios en su país, se entregó a la policía española en el año 2011, al parecer "cansado de huir" y creyendo que algunos de los delitos por los que estaba en búsqueda y captura habían prescrito. Ahora, también por iniciativa propia, acabará de cumplir en una cárcel rumana las dos condenas que pesan sobre él ya que él mismo solicitó la extradición que el Gobierno de España aprobó en Consejo de Ministros el pasado mes de marzo una vez completados todos los protocolos legales- La Audiencia Nacional tramitó la petición del reo, que obtuvo el visto bueno del tribunal sentenciador, la Audiencia Provincial de Madrid. Además, el servicio de Justicia de Rumanía convalidó la sentencia condenatoria de España con la legislación del país bajo cuyo reglamento penitenciario cumplirá el resto de la pena.
"Cabeza de Cerdo" , un hombre de dos metros de altura y una cabeza demasiado grande para un cuerpo enorme, es un interno de especial seguimiento en España, categoría en la que se clasifica a los terroristas y presos más violento y peligrosos. De ahí que cada cierto fuera cambiado de prisión. Incluido en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES) como uno de los cabecillas de la mafia rumana, antes de llegar al penal de A Lama (hace poco más de un mes) pasó por los de Morón (Sevilla), Navalcarnero (Madrid) y El Puerto 3 en Cádiz. Su última parada carcelaria en España es el centro penitenciario madrileño de Estremera, uno de los penales más modernos. Entre los internos de esta prisión se encuentra Francisco Granados, el exconsejero madrileño que inauguró la cárcel en el año 2008. El trasladado desde Pontevedra a Madrid se realizó dentro de los desplazamientos ordinarios de Instituciones Penitenciarias, si bien entre fuertes medidas de seguridad a tenor del protocolo que se aplica a los presos FIES.
A Clamparu se le atribuye haber introducido en España a más de 600 mujeres, muchas menores, que venían engañadas en busca de un futuro mejor y eran obligadas a prostituirse y vivir en esclavitud con modos violentos y salvajes. El capo rumano controlaba, según la Policía, la prostitución en la Casa de Campo de Madrid a través de su organización. Las víctimas, que declararon contra él como testigos protegidos, relataran al tribunal que amenazaba a las mujeres con descuartizarlas con perros y que a una "chivata" le cosieron los labios.
