La Audiencia Provincial de Ourense juzgará el próximo mes de mayo a un verinés acusado de presuntas violaciones a una menor de edad, que tenía menos de 13 años cuando ocurrieron los hechos, y que presenta una discapacidad mental reconocida de un 33%. Además, la víctima es hija de un primo del propio imputado, que hasta el momento carecía de antecedentes penales. Por un presunto delito continuado de agresión sexual, la Fiscalía solicita una condena de 14 años de prisión para F.G.F., de 57 años.

A la víctima, que en la actualidad tiene 16 años, le fue diagnosticado un retraso madurativo y una inteligencia límite. La acusación pública sostiene que las agresiones de su familiar tuvieron lugar durante dos años anteriores al verano de 2012 (cuando el juzgado de Verín empezó a instruir el caso).

Según el relato de hechos de la Fiscalía, al que ha tenido acceso este periódico, el acusado cometió una serie de agresiones de diverso tipo, realizadas en el interior de su vehículo y en lugares alejados, en el monte. El ministerio público asegura que el presunto violador empleó intimidaciones para conseguir su propósito. Tal y como expondrá el fiscal en el juicio a resolver por la Sección Penal de la Audiencia, el verinés habría amenazado a la menor con "decirle cosas malas de ella" a su padre -primo del acusado-, para que la reprendiera.

De igual modo, según la versión del ministerio público, el imputado culpaba a la menor diciéndole que si su esposa y sus hijos llegaban a enterarse de los hechos, ella sería la responsable y "no se lo perdonaría". De acuerdo con la reconstrucción de los acontecimientos que hace la Fiscalía, F.G.F. llegó a manifestar a la adolescente que la "iba a matar". En otras ocasiones, presuntamente la agarró de las manos para poder consumar el acto sexual.

La investigación no ha podido concretar el número de veces en las que el acusado presuntamente violó a su familiar. El último contacto tuvo lugar unos seis meses antes del inicio de la instrucción judicial. El imputado supuestamente también enviaba mensajes de móvil a la víctima con contenido "altamente" sexual.

El presunto agresor sexual se enfrenta a 14 años de prisión por un supuesto delito continuado. En caso de condena, el acusado no podrá acercarse a la víctima ni tampoco comunicarse con ella durante un período de 20 años. La Fiscalía también pide que el acusado indemnice a la menor con 80.000 euros en concepto de daños morales.