Preparados para la presión

"Los exámenes y controles físicos y psicológicos que pasamos en España son bestiales". Un piloto con muchos años de experiencia asegura a FARO que resulta "muy difícil" que un aviador con problemas psiquiátricos pueda permanecer en activo en una compañía aérea española, ya que son sometidos a pruebas iniciales y periódicas en las que, además del estado de salud física, también se tiene en cuenta la posibilidad de que sufran algún trastorno mental.

Todos los pilotos, y también los controladores aéreos, deben de pasar, para lograr el certificado, un exhaustivo examen médico y psicológico, en el que se le realizan análisis de sangre y orina, con los que se pueden detectar consumos de drogas, así como pruebas oftalmológicas, cardiológicas, dermatológicas y de otros muchos tipos. Junto a ellas, los aspirantes a convertirse en aviadores profesionales también afrontan exámenes psiquiátricos y psicológicos, en los que se investiga, entre otras cuestiones, la existencia de ideas suicidas.

Los psiquiatras también buscan trastornos de la personalidad o la posibilidad de que se den brotes psicóticos. Aunque en la mayor parte de los casos esta parte del examen se realiza a través de cuestionarios por escrito, también se plantea una entrevista personal entre el aspirante y un especialista para analizar y comentar los resultados de los tests.

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"Lo más importante de estas pruebas es la parte psicológica; confirmar que la persona esté equilibrada y que también tenga una seguridad alta en sí misma para poder tomar decisiones importantes en situaciones de riesgo o de mucha presión", asegura un piloto a este diario. "Muchas veces se da la imagen de chulos o de prepotentes y es precisamente porque se busca ese perfil, de gente con mucha confianza en sí misma", añade.

En su caso, para entrar en la compañía en la que trabaja, una de las más prestigiosas de España, tuvo que superar un periodo de exámenes de más de un año. "Primero te hacen una prueba de conocimiento general y de inglés; luego un psicotécnico y una entrevista psicológica que incluye una prueba en una máquina para comprobar si tienes la suficiente confianza en tus habilidades y si tienes rapidez en la toma de decisiones", explica este profesional, que también se vio obligado a demostrar su pericia en un simulador de vuelo en el que se le plantearon varias situaciones de riesgo.

Además, los pilotos de la aviación comercial se someten anualmente a un chequeo médico "simple", en el que también se hace una valoración del estado psicológico del profesional. A partir de los 40 años de edad, este examen se realiza cada seis meses. Por si fuera poco, todos los pilotos pasan cada cinco años un análisis más exhaustivo y se someten anualmente a sesiones de simulador de vuelos, para que los especialistas observan sus reacciones físicas y mentales.

Los tests periódicos son necesarios para la renovación de la licencia y se basan en una serie de parámetros que están fijados a nivel europeo por la Joint Aviation Authorites. Se realizan en centros médicos homologados.

Fuentes de la compañía Germanwings, según recogen medios de comunicación germanos, reconocieron ayer que en los análisis anuales que se realizan a sus pilotos no hay una parte dedicada en exclusiva a comprobar el estado de su salud mental.

Por su parte, varios profesionales españoles denunciaron ayer la existencia de importantes lagunas en los chequeos periódicos que se realizan a los pilotos, sobre todo en lo concerniente al ámbito psicológico.