Una operación contra "narcos" vigueses lleva al "Messi" coruñés

La red del exjefe de seguridad del Playa Club envió coca en contenedores de Ecuador a Vigo

Dos de los alijos intervenidos a los narcos vigueses que llevaron hasta la trama internacional de A Coruña. // FdV

Dos de los alijos intervenidos a los narcos vigueses que llevaron hasta la trama internacional de A Coruña. // FdV

Vigo

La organización internacional de tráfico de drogas desmantelada por la Guardia Civil la semana pasada y atribuida al exjefe de seguridad del Playa Club de A Coruña, Miguel Ángel González López, "Messi", intentó establecer una línea de entrada de cocaína por contenedores desde Ecuador a través del Puerto de Vigo. De hecho, según el auto dictado por el Tribunal Supremo que ordena que la investigación pase a la Audiencia Nacional como solicitó el Juzgado de Instrucción 1 de A Coruña, el grupo habría remitido un primer alijo de prueba desde Guayaquil que llegó al puerto vigués.

En este envío y participando de la distribución de la droga estarían identificados, además de "Messi" (que lo haría por sus canales de comercialización) dos vecinos de Tarrasa y Girona, y un vilagarciano. El auto del Alto Tribunal indica que cada uno de ellos "distribuiría su parte dentro de su ámbito territorial". No obstante, abrir una línea estable por Vigo fracasó porque la cocaína fue intervenida en Ecuador y en Perú, según el auto judicial. Sin embargo, otro contenedor salió después de Perú hacia Amsterdam y parte de la cocaína enviada sería para la trama coruñesa "en compensación" a la droga y al dinero intervenido a raíz del envío frustrado a Vigo.

El grupo contra el crimen organizado de la Guardia Civil, Eco-Galicia, llevaba dos años investigando a la red de Miguel Ángel González. Fue una gran operación contra una red de narcos vigueses dirigida por la Fiscalía Antidroga de Pontevedra, la que llevó hasta la organización asentada en A Coruña. En la Operación Vitriolo, el Juzgado de Instrucción 1 de Porriño intervino en octubre de 2013 una tonelada de cocaína que entró en contenedores por el Puerto de Barcelona tras fracasar su descarga en Vigo, y detuvo a 18 personas, la mayoría vecinos de Vigo, Ponteareas, Cangas y Pontevedra. Los contactos del grupo de "Messi" con esta activa organización de tráfico marítimo de drogas en contenedores descubrió su trama internacional. El juzgado porriñés abrió una pieza separada al comprobar que eran dos grupos distintos y la remitió al juzgado de A Coruña.

El auto del Supremo considera que la estructura de la organización asentada en A Coruña tenía una jerarquía clara y una división de funciones entre los 35 integrantes, muchos de ellos "a sueldo" . "A la cabeza estaría Miguel Ángel González", señala el tribunal, y el resto contactaba con su jefe a través de subalternos que dependían directamente de él, logrando "estanqueidad de funcionamiento".

El presunto cabecilla, según el Supremo, contaba con la colaboración de un letrado coruñés en ejercicio que "asesora y participa en la actividad planificando directamente con Miguel Ángel González las distintas operaciones". La trama contaba, además, con otras dos células, una en Barcelona y otra en Madrid y habría comprado un camión para el transporte de 40 kilos de cocaína de Ámsterdam a España suministrados por un grupo albanés.

La organización distribuía todo tipo de estupefacientes: cocaína, droga sintética y hachís, que facilitaba supuestamente un grupo formado por varios vecinos de Vilagarcía y Vigo.

La distribución de la droga por parte de la organización está clara para el Supremo. La rama de A Coruña distribuía los estupefacientes en esta provincia, en Lugo y en Asturias. Parte de la red madrileña tenía encomendada la recepción de "mulas" y "correos" en el aeropuerto de Barajas con cocaína procedente de Sudamérica que era distribuida en la capital de España. En Ecuador se arrestó a una persona el 25 de mayo de 2014 con 6 paquetes de cocaína, y en Perú a un ciudadano luso con 7 kilos. La droga sintética se recibía en Barcelona y se distribuía en dicha ciudad y en la capital de España.

El continuo cambio de terminales, la inutilización del GPS y los micrófonos de los teléfonos móviles, así como el uso de inhibidores de frecuencias y el detector de aparatos de seguimiento, dificultaron la investigación.

Con esta descripción de los hechos, el Tribunal Supremo considera que la trama desarticulada es una organización internacional y que el delito se produciría en varios territorios distintos afectando a varias Audiencias Provinciales, con lo que su instrucción corresponde a la Audiencia Nacional, concretamente a la Sección Segunda.

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