Estaba en su casa sentado a la mesa con su exesposa, con el hijo de la mujer y con el nuevo compañero sentimental de ésta cuando ocurrió todo. B. M.M., un hombre de 43 años, en prisión preventiva y con antecedentes, será juzgado el próximo mes de marzo por los hechos ocurridos ese día en un juicio en Ourense en el que afronta 12 años de cárcel: se le acusa de un delito de intento de homicidio y de otros dos de detención ilegal. El acusado acuchilló presuntamente al compañero de su exmujer en el pecho y después impidió que sus invitados a cenar pudiera salir del domicilio para pedir ayuda.

Los hechos sucedieron la madrugada del 14 de octubre de 2013 en la vivienda del acusado en Sobradelo, en Carballeda de Valdeorras (Ourense). De una manera sorpresiva, según sostiene la Fiscalía, el presunto agresor, conocido con el apodo de Rambo, abrió un cajón que había en la mesa, sacó un cuchillo de 24 centímetros y lo clavó en el pecho de la víctima.

Después del ataque, el herido permaneció casi media hora en el suelo. Mientras se desangraba, el acusado presuntamente impidió a su exesposa y al hijo de ésta que salieran de la casa a pedir auxilio. Según el Ministerio Público, B. M.M. también los amenazó. Los dos testigos sentían miedo por ellos mismos, pero finalmente el hijo de la mujer consiguió huir y solicitar ayuda a los vecinos.

La Guardia Civil se presentó en el lugar de los hechos y procedió de inmediato a la detención del supuesto agresor. Desde su puesta a disposición del juez de O Barco, el 14 de octubre de 2013, permanece recluido en régimen de prisión preventiva en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar.

Debido a la agresión, la víctima tuvo que ser trasladada desde el hospital de O Barco al Xeral de Vigo, donde estuvo en la UCI. El acuchillamiento le produjo una herida de 3 centímetros en el tórax que la afectó a la pleura. Una lesión que podría haber afectado al pulmón y al pericardio, y habría causado la muerte del varón si no hubiera recibido asistencia sanitaria de carácter urgente.

El acusado ya fue condenado en 2012 por unos hechos en un pub de O Barco, donde entró con una pistola detonadora semiautomática.