La Guardia Civil investiga el robo que sufrió una familia de Campelo, en Poio, en la tarde del pasado jueves. A plena luz del día varios encapuchados penetraron en una vivienda en la que se encontraba una adolescente de 15 años a la que taparon la boca y amenazaron para que les entregase un importante botín de joyas y dinero que podría superar los 20.000 euros.

La menor, que ayer declaró en la Comandancia de la Guardia Civil, relataba a FARO como se produjeron los hechos. El atraco tuvo lugar sobre las 17.30 horas, a plena luz del día. Ella había acompañado a su abuela a realizar unas compras y regresaban a casa pronto, dado que tenía que estudiar para un examen. Su abuela la acompañó hasta el portal, pero tras comprobar que accedía al recinto de la vivienda regresó a su domicilio, que está muy próximo. No sabía que en el interior de la finca varios encapuchados esperaban a su nieta.

La joven abrió al puerta y la dejó sin cerrar hasta desconectar la alarma. "Cuando la apago siempre vuelvo y cierro la puerta", explica. Tras desconectar el dispositivo dos desconocidos con la cara tapada y que hablaban en gallego la abordaron: "Me taparon la boca, me agarraron por detrás y me dijeron que les diera el oro que tenía mi padre que sino me iban a hacer daño".

La adolescente obedeció. Le quitaron el móvil para que no pudiera dar la voz de alarma. Uno la llevó agarrada hacia el piso superior en donde estaban las joyas "mientras otro se quedó abajo rebuscando por más oro y dinero". Encontró un importante, botín, "el dinero de una semana de ir a la centolla", explica el padre de la menor, Iago Tomé, marinero de Campelo.

En el piso superior, la menor, intimidada por las amenazas le entregó una caja con numerosas joyas de oro de su padre. Luego bajó, se encontró con su compañero y le ordenó que "llamase al del coche que ya estaban listos". Así que los perdió de vista, la joven telefoneó a su abuela.