Decenas de vecinos de Marín y de Barro se han reunido en el Templo Nuevo marinense para arropar a la familia de Mónica Lorenzo López, la sexta víctima de la violencia machista en Galicia en lo que va de año. El párroco que ha oficiado el funeral ha expresado la "indignación" de la ciudadanía por el crimen y su "tristeza porque estos trágicos sucesos sigan ocurriendo".

Durante el oficio religioso, se ha recordado la "gran injusticia" cometida con su asesinato, a manos de su marido, que se suicidó tras matarla de un disparo. "Ojalá ella sea la última", ha afirmado en su homilía el sacerdote, que conocía a la fallecida desde su infancia y ha recordado que fue una "segunda madre para sus hermanos".

Entre los asistentes al sepelio se encontraban la alcaldesa de Marín, María Ramallo; el teniente alcalde, Manuel Santos; y la edil de Servicios Sociales, Marián Sanmartín; además de representantes de la Corporación de Barro, localidad en la que residía la víctima de este crimen machista.

Los instantes más emotivos del sepelio se han producido en el cementerio marinense, donde el féretro se ha depositado en el panteón familiar, con ramos de flores de sus dos hijas, sus hermanos y sus compañeros del servicio de acompañamiento escolar de Barro, donde trabajaba.

Personal de Protección Civil ha seguido la comitiva fúnebre en todo momento en prevención de alguna indisposición, si bien no han tenido que intervenir más que en momentos puntuales antes del funeral y tras el entierro, para acompañar a sus allegados, afectados por la pérdida.