La Guardia Civil busca desde la madrugada de ayer al inquilino del tercer piso de la calle Castelao número 7 de Ponteareas, donde el martes apareció el cuerpo de un hombre en un congelador. A la víctima le cortaron las piernas por debajo de las rodillas para introducirlo en el arcón. La orden de búsqueda y captura será de carácter internacional en el momento en que se confirme la causa de la muerte a través de la autopsia.

Los agentes, que cuentan con todos los datos y hasta la matrícula de su vehículo, buscan a un hombre de nacionalidad paraguaya conocido como Jose que, aunque en las últimas semanas se le vio poco en Ponteareas, residió en la vivienda hasta el jueves de la semana pasada.

De momento y dada la situación en que quedó el cuerpo congelado del fallecido, con la cara hacia abajo, no ha sido posible su identificación ni se ha podido comprobar la causa de la muerte. Previsiblemente hoy podrá practicarse la autopsia en el Hospital Nicolás Peña de Vigo, una vez que se haya descongelado el cadáver. El Juzgado de Instrucción 2 de Ponteareas ha dictado secreto de sumario.

La Guardia Civil sospecha que el cuerpo pertenece a una persona de nacionalidad venezolana cuya desaparición fue denunciada por una de sus hermanas hace unos días.

De hecho, un vecino confirmó que dos chicas de nacionalidad venezolana buscaban en Ponteareas desde hace más de un mes a su hermano y habrían indicado que perdieron la pista del hombre cuando fue a encontrarse con Jose en el piso de la Avda Castelao.

Las dos chicas consiguieron hablar con el inquilino de la vivienda en varias ocasiones y, aunque llegó a decirles que su hermano se encontraba bien y que no se preocuparan, sospechaban que algo había pasado.

El hombre buscado por la Guardia Civil habría vivido con el muerto en el congelador de su casa al menos durante dos meses, según se desprende de las manifestaciones a Faro de Vigo de varias personas. Una de ellas indicó que el propietario de la vivienda llegó a visitar a su inquilino para reclamar el pago de varias mensualidades y pudo comprobar la existencia de un congelador cerrado en una habitación de la casa, sin darle importancia. La última conversación entre arrendatario y arrendador habría tenido lugar el pasado jueves en el propio piso, donde el inquilino autorizaría al propietario a entrar para enseñar la vivienda a otros posibles ocupantes y el arrendador le habría solicitado el pago de los meses que le debía.

Los acontecimientos a partir de ahí se sucedieron muy rápido. Las dos mujeres que buscaban al desparecido venezolano solicitaron la mediación del dueño del piso para saber si éste estaba dentro de la casa, donde al parecer habían perdido su pista unos meses antes. En el interior del piso no había nadie, pero el congelador cerrado con candado hizo sospechar a las jóvenes que el desaparecido podría estar dentro. Pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil y se solicitó una orden judicial para abrir el arcón, que no llegó hasta el martes.

El propietario de la casa y efectivos de la Guardia Civil abrieron la cámara tras reventar el candado y se encontraron el cadáver congelado, con las piernas cortadas y la cabeza pegada literalmente a la tapa. Tras llevarse las piernas en la noche del martes, ayer por la mañana el resto del cuerpo fue transportado al Hospital Nicolás Peña dentro del congelador para proceder a la descongelación y autopsia con todas las garantías.