Nueva tragedia marítima en la comunidad gallega. Un golpe de mar acabó ayer con la vida de dos vecinos de Tui: Enrique García Alonso y Diego García Mota, tío y sobrino de 38 y 22 años, respectivamente. Ambos pescaban a caña en Punta Bazar, en la costa de A Guarda, acompañados de un amigo, Antonio, que presenció el accidente y reclamó ayuda. Un amplio operativo de búsqueda por tierra, mar y aire se desplegó en la zona y se suspendió sin éxito después de seis horas. El rastreo se ha reanudado hoy a primera hora de la mañana.

En las labores de rastreo por aire, mar y tierra participan el helicóptero Helimer 206 y la Salvamar Mirach, de Salvamento, bomberos de O Porriño, Grumir de A Guarda y el grupo especial de búsqueda en acantilados de Cruz Roja, según EFE.

La búsqueda se mantiene en la zona donde cayeron ayer los pescadores en base al modelo de predicción de derivas, que apunta a una alta probabilidad de que se encuentren cerca de la línea de costa, detallaron las fuentes de Salvamento.

Conocían bien la zona

El suceso se produjo a las cuatro de la tarde en una peligrosa roca del litoral guardés, ubicada en las proximidades del antiguo basurero del municipio. Tanto los desaparecidos como su compañero conocían bien la zona, ya que habían acudido en anteriores ocasiones a disfrutar de su afición a la pesca deportiva. Habían colocado las cañas en la parte más próxima al mar, mientras que el tercero se había quedado unos metros arriba. Según el relato del superviviente a los agentes desplegados en la zona, fue un visto y no visto. La ola los arrastró al mar y los perdió de vista en segundos.

Corrió hacia la carretera, a unos cien metros en pendiente, y detuvo un coche. La conductora avisó a los servicios de emergencia a las 16.10 y los efectivos del 061, del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) y de Protección Civil de A Guarda llegaron al lugar en apenas diez minutos y atendieron al testigo de la desgracia, preso del nerviosismo. Enseguida aparecieron patrullas terrestres y una lancha de la Guardia Civil, además de la embarcación Salvamar Mirach de Salvamento Marítimo. Arrancaba el rastreo, al que se incorporaba el helicóptero Pesca 1 de la Xunta diez minutos antes de las cinco de la tarde. Una cuadrilla del parque de bomberos de Porriño se sumaba una hora después a las labores de búsqueda por las escarpadas peñas del lugar.

El rastreo se intensificaba a pie de roca y en el agua. Enseguida aparecía una mochila con una caña flotando propiedad de las víctimas, pero ni rastro de los cuerpos. Y la ansiedad crecía en tierra. Una doctora del PAC guardés trataba al acompañante de los desaparecidos y psicólogos del Servicio de Emerxencias 112 se ocupaban de sus familiares, desgarrados por la pérdida.

Decenas de curiosos se agolpaban junto a la carretera N-550 y la Guardia Civil limitó el acceso a los cantiles para evitar más incidencias. Se trata de una zona abrupta que lleva a la Pedra Bazar, una gran roca con grandes hendiduras que dificultan los movimientoss incluso a los más expertos. Percebeiras reunidas en el entorno advertían de los riesgos que comporta este punto, no solo por las caídas sino también por las rompientes que generan olas imprevisibles. "Lo más seguro es que el golpe de mar los cogiese despistados. Aunque la marea estaba baja y aparentemente calma, había mar de fondo y es fácil que de repente se genere una ola traicionera", explicaban.

Las cavidades de las peñas dificultaban el rastreo y los presentes iban perdiendo la esperanza de encontrar a las víctimas con vida. Algunos incluso se atrevían a fijar el lugar en que podrían encontrarse los cuerpos. Tanto mariscadoras como aficionados al submarinismo advertían de una especie de cueva bajo la roca. "Esta piedra es hueca por dentro. Me he metido en varias ocasiones y he comprobado que hace un efecto de embudo. El mar te arrastra hacia dentro. Es muy posible que los haya llevado hasta allí", comentaba un buceador.

Pero el despliegue continuaba pese a momentos de intensa lluvia que dificultaba la visibilidad. Especialistas de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil se sumaron pasadas las nueve y media de la noche. Inspeccionaron el terreno para programar su intervención hoy mismo. El operativo arrancará a primera hora de la mañana con la incorporación de los buzos del instituto armado y la continuidad del helicóptero, las embarcaciones de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, además los efectivos por tierra.