Condenado en Vigo a 2 años de cárcel por estafar 30.000 euros en la venta de un solar y la construcción de una casa

El acusado nunca entregó a la compradora ni el terreno ni realizó la vivienda comprometida

El acusado, ayer, en la Audiencia viguesa.  // Jesús de Arcos

El acusado, ayer, en la Audiencia viguesa. // Jesús de Arcos

VIGO

Un gestor inmobiliario de Mos aceptó ayer dos años de cárcel y multa por quedarse 30.000 euros que le entregó una cliente como adelanto por la venta de un terreno y la construcción de una vivienda que nunca se llevó a cabo. El Ministerio Público calificó los hechos de delito de estafa agravada. Además de a la pena de prisión, fue sentenciado a indemnizar a la perjudicada con la cantidad defraudada. El ya condenado, insolvente, está en la actualidad en la prisión de A Lama.

La vista de conformidad se celebró ayer por la mañana en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo. El acusado, Luis C.F., natural de Mos, actuó en calidad de gestor inmobiliario de la entidad "Inmos Sociedad Cooperativa Gallega", de la que era administrador único. Según la Fiscalía, tras manifestar actuar como intermediario y apoderado de una persona, concertó con la perjudicada un contrato mediante el cual se comprometía a venderle una finca de superficie mínima de 600 metros cuadrados situada en el barrio de Carracido en Porriño por un precio de 42.070 euros, así como a construir sobre ese terreno una vivienda de piedra de 120 metros cuadrados en un plazo de 8 meses desde la fecha de obtención de la licencia de construcción. El precio total, incluyendo la finca, se fijó en 161.841 euros.

La compradora le adelantó 30.000 euros, estableciéndose varias cláusulas en el contrato, por una de las cuales el acusado estaba obligado a reintegrar a la compradora los 30.000 euros en caso de que a ésta no le fuera concedido el préstamo hipotecario que estaba gestionando con el banco para comprar el terreno y construir la casa.

No cumplió

Según la Fiscalía, el imputado "nunca pensó cumplir con aquello a lo que se comprometió contractualmente", y simuló ante la compradora "con ánimo de obtener un provecho económico" ser apoderado e intermediario de la vendedora, cuando carecía de facultades para ello, y simulando una capacidad de construir sobre el terreno de la que carecía.

Dado el acuerdo de conformidad alcanzado, ya no fue preciso celebrar el juicio, que quedó visto para sentencia. La Fiscalía solicitaba inicialmente una condena de cuatro años y medio de cárcel que se vio reducia a dos años tras admitir el imputado la autoría de la estafa de la que fue víctima su cliente.

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