Esta mañana han sido localizados en el monte Sanchilán de Moaña los cuatro jóvenes de Vigo desaparecidos el pasado domingo. Todos se encuentran ya con sus familias, tras abandonar la comisaría donde prestaron declaración.

Fue una patrulla de la Policía local quien se topó con los menores durante una ronda, tras recibir indicaciones del SAF (Servicio de Atención a la Familia), de la Policía Nacional, que coordina la investigación. Los chicos se encontraban construyendo una choza en pleno monte. Los agentes dieron con ellos gracias a los indicios facilitados por uno de los familiares.

Los adolescentes se han trasladado a la comisaría de Policía de Moaña para declarar. La primera en salir ha sido la joven de 17 años que, visiblemente nerviosa, rompió a llorar cuando vio a su padre. Éste restó importancia al suceso y lo calificó de "chiquillada". El hombre explicó que el domingo ya habrían sido vistos en Moaña y esta misma mañana, una hora antes de ser localizados, ya se encontraba en el municipio buscando a su hija.

Pocos minutos después de que salieran padre e hija, lo hacía su supuesta pareja, Javier, de 24 años. "Fuimos a dar una vuelta", espetó.

Tras él, salieron, los más jóvenes, Noelia de 14 años y su novio de 17. La hermana de Noelia, Nerea, expresó el "alivio" del entorno al quedar todo finalmente en un susto.

La investigación

La Policía manejaba tres o cuatro posibles localizaciones, que fueron descartando hasta quedarse con la pista de Moaña. Los indicios señalaban a un terreno propiedad de alguien del entorno de los jóvenes. Se desconoce si esa persona era consciente del uso de su finca, situada cerca de Porta do Cego, en Á Gándara.

Especialmente complicado fue dar con esa persona, dada la escasez de datos sobre ella. La Nacional le pasó la información a la Local que acude entonces a la parcela mencionada.

Los adolescentes -una niña de 14 años y el que sería su novio de 17, otra chica de 17 y su supuesta pareja de 24- formarían parte, según familiares de la joven de menor edad, Noelia Ferreira Costas, "de la misma pandilla". Fuentes policiales no consideraban "de riesgo" la desaparición y estudiaban, como principal hipótesis, que los adolescentes se ausentaran de sus hogares de forma voluntaria, quizá "por alguna desavenencia familiar o por hacer la gamberrada".