Julio Araújo, la ex pareja de la desaparecida Sonia Iglesias, continúa imputado tras declarar ayer durante hora y media en el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra, especializado en violencia de género. Tras responder a las preguntas del fiscal jefe, la teniente fiscal y de la acusación particular para reconstruir los hechos acaecidos el 18 de agosto de 2010, último día en que se vio a la pontevedresa, salió del edificio judicial sin ningún tipo de medida cautelar.

Tras la declaración (presumiblemente un momento especialmente difícil para el acusado, enfrentado a un intenso interrogatorio) el abogado de Julio Araújo, Jesús Santaló, afirmó que las preguntas de las partes tuvieron por objeto llevar a cabo "una reconstrucción teórica" de la jornada en que desapareció Sonia.

"Ha sido un poco más de lo mismo", detalló el abogado, "ratificación, ratificación y ratificación con las pérdidas y lagunas que se van formando por el transcurso del tiempo, en muchas ocasiones hay remisiones a las declaraciones hechas con anterioridad porque la memoria se va diluyendo, pero básicamente ha sido una vuelta a la reconstrucción teórica de esos hechos, ratificación de lo que ya estaba declarado por enésima vez y sigue como imputado".

El interrogatorio se centró en analizar qué sucedió en las horas previas y posteriores a la desaparición,espacio de tiempo del que, en opinión de la familia de Sonia, el acusado tiene más datos de los que afirma conocer. Con todo, a su abogado no le consta que se haya solicitado una prueba neurológica para aportar indicios sobre si Araújo podría estar mintiendo.

Ayer también acudió al edificio judicial una amiga de la desaparecida, que ratificó su declaración inicial de que Sonia se estaba separando de su pareja y que ella se lo contó en diciembre de 2009 en una cafetería. Muy al contrario, Araújo declaró que la pareja seguía en el momento de la separación. "Él en principio dice que la relación era más o menos estable y buena", dijo su letrado.

Estas comparecencias se suman a la de la expresidenta de la Asociación de Mujeres Maltratadas Luz. Ésta atendió a la desaparecida meses antes de que se perdiese su rastro y, afirmó, en la que la vio "triste" y en la que pidió asesoramiento para separarse de su pareja, si bien no relató que sufriese malos tratos.

Mientras, la hermana de Sonia Iglesias, Maricarmen Iglesias, confirmó que la familia pedirá que se practique una prueba neurofisiológica a Araújo a fin de aportar nuevos indicios sobre la desaparición. "Nos enteramos que en Aragón le están haciendo una prueba a un imputado en un caso parecido; creo que es una prueba cerebral y no descartamos la posibilidad de que nuestra abogada se lo pida a la jueza", indicó.