Tres personas de una misma familia fueron evacuadas a primera hora de la mañana de ayer en Cangas tras sufrir una intoxicación por monóxido de carbono mientras dormían. Se trata de una mujer de 42 años de edad y sus hijos, una chica de 14 años y un chico de 11, que residen en una vivienda en la tercera travesía izquierda de la Avenida de Lugo. La familia se dio cuenta de la situación poco antes de las siete de la mañana y pudo alertar a un vecino, que a su vez dio aviso al servicio del 061. Madre e hijos fueron trasladados al Centro de Saúde de Cangas y luego al Hospital Xeral de Vigo, donde ayer se recuperaban de lo ocurrido.

La primera en dar la voz de alarma fue la joven de 14 años, que al levantarse empezó a sentir mareos, vómitos y parece que llegó a desmayarse. Eso alertó al resto de la familia, que solicitó ayuda de inmediato y se procedió a su evacuación. Cuando los Bombeiros do Morrazo se personaron en el lugar comprobaron que existía una altísima concentración de monóxido de carbono, de hasta 500 partes por millón. "Es una concentración muy elevada, tanto que si a lo mejor tardasen una hora más en levantarse las consecuencias podrían ser peores", explicaban ayer.

Las fuentes consultadas explican que la presencia del monóxido de carbono se debía probablemente a la mala combustión de un calentador, que al parecer se había quedado encendido durante la noche. Cuando la madre y sus hijos fueron trasladados al centro de salud, desde allí se avisó a la Policía Local. Tras avisar al 112 hasta la vivienda fueron agentes municipales, Protección Civil y bomberos. Estos últimos se encargaron de entrar en la vivienda con un equipo de respiración autónoma y de medir la concentración de monóxido de carbono. Tras constatar la elevada presencia de gas procedieron a ventilar la casa y se dio aviso al servicio técnico de la instalación de gas para la localización y reparación de la avería que ocasionó el suceso.

Vecinos de la zona respiraban ayer aliviados debido a que la familia se dio cuenta a tiempo del suceso y pudo solicitar ayuda. El monóxido de carbono es un gas muy tóxico, pero inodoro, lo que lo hace especialmente peligroso. Si la inhalación se produce mientras una persona duerme puede llegar a fallecer sin siquiera llegar a despertarse.