Una vez levantado el secreto de sumario que recoge la investigación de la muerte de Asunta Basterra, la pequeña de 12 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado el 22 de septiembre en una pista forestal de Teo, siguen surgiendo nuevos datos en torno a la vida de los padres. Una de las últimas informaciones hace referencia a la relación de Rosario Porto, la madre de la niña, con su amante, un empresario gallego. Tras conocerse por una cuestión laboral -él buscaba a alguien que hablara francés en relación a unas inversiones en el extranjero-, viajan juntos a Marruecos en varias ocasiones, y surge entonces una relación personal.

Con este hombre, que llega a prestar testimonio en un juicio contra la explotación de inmigrantes en el que se ve implicado el amigo marroquí de Charo, Rosario vive una aventura en 2013. Y con él está el día antes de que Asunta perdiera la vida. De aquella jornada, el empresario recuerda que comieron cerca de Cambados. Después, dice, dieron un paseo en su barco por la ría durante un par de horas. Más tarde, explica: "Fuimos a Pontevedra y cenamos en un restaurante en una plaza. Sobre las 23.00 horas regresamos a Santiago y dejé a Charo en su portal. Ese día mantuve una relación sexual con ella. He mantenido relaciones sexuales con ella. Nunca estaba la niña. Siempre era de noche y estábamos solos. Entendía que su marido no lo sabía." De la imagen de personas nerviosa, deprimida y alterada que circula sobre Rosario Porto, poco sabe este empresario gallego. "Siempre estaba igual, alegre, contenta y animada", afirma. Las autoridades han tomado muestras de ADN tanto del amante de Rosario como del empresario marroquí, y en ambos casos los resultados dieron negativo.