Casi una semana después de que Saturnino Marcos Cerezo Cancelas, Canceliñas, y su cómplice portugués Álvaro Miguel dos Santos Barbosa secuestrasen a un médico luso al que después liberaron, continúa la intensa búsqueda de los dos peligrosos delincuentes, cuya última pista los situaba en el norte de Portugal, aunque los rastreos se realizan a ambos lados de la raia. Canceliñas lleva 9 meses en busca y captura por no regresar a la prisión pontevedresa de A Lama tras un permiso penitenciario. El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, salió ayer al paso de esta información revelada en exclusiva por FARO señalando que no pudo ser localizado antes porque "lo más probable" es que "no haya estado en España" durante todo este tiempo.

Canceliñas tiene un amplio historial delictivo de atracos y robos, pero también de fugas y quebrantamientos en prisión. El último episodio relacionado con su habilidad para sustraerse de los penales se remonta a febrero: debía regresar a A Lama el día 8 de ese mes tras haber disfrutado de un permiso penitenciario de varios días, pero no lo hizo. Y su pista se perdió hasta este último mes y medio, cuando, además del secuestro del médico portugués Antonio Veloso perpetrado el pasado jueves, se le relaciona con atracos a gasolineras en Baixo Miño, un tiroteo en Porriño y una sucesión de robos de vehículos. Ayer Juárez, tras manifestar que durante los nueve meses de fuga de este prófugo lo "más probable" es que no hubiese estado en España, insistió en que las fuerzas de seguridad españolas y portuguesas están colaborando en la búsqueda de este peligroso delincuente y de su cómplice. "Estoy seguro de que los van a localizar", avanzó.

Fue el jueves cuando Canceliñas y Álvaro Miguel comenzaron su escalada delictiva de estas últimas jornadas. Primero con el robo de vehículos en Paredes de Coura (Portugal), después en Valença do Minho y a continuación en Arcos de Valdevez, donde secuestraron al médico con su coche Mercedes. Cruzaron la frontera y su recorrido los llevó a una gasolinera en Porriño, al monte Aloia de Tui o al Monte Galleiro, donde 24 horas después del rapto liberaban al doctor luso. Un impresionante despliegue de la Guardia Civil rastreó los montes del sur de la provincia y vigilaba la frontera. La última pista sobre los fugitivos llegó el domingo y los situaba de nuevo donde empezaron, en Paredes de Coura, donde un dispositivo de la GNR lusa que llegó a registrar tres viviendas sospechosas no logró sin embargo dar con ellos.

Aún con la sospecha de que puedan estar en el país vecino, la búsqueda continúa a ambos lados de la raia ya que no se que en cualquier momento pudieran haber vuelto a Galicia o pretendan hacerlo. La Guardia Civil ha desplegado a agentes de paisano en vehículos camuflados y dispone también de furgonetas sin distintivo de la Benemérita preparadas para actuar ante cualquiera alerta. Al margen de esta constante vigilancia, otra vía importante para intentar cazar a Canceliñas es la del robo de coches, algo que se ha convertido en un modus operandi habitual de este delincuente. Tras abandonar el domingo el Mercedes del médico portugués en Redondela, se sospecha que los fugitivos sustrajeron un BMW en esa localidad para seguir su huida. Los agentes no descartan, asimismo, que en la actualidad ya estuvieran al volante de un turismo diferente, ya que también investigan si los prófugos podrían tener relación con el robo de un Volkswagen Passat desaparecido en Ponteareas este lunes, lo que supondría que habrían cruzado la raia.

Las fuerzas de seguridad difundieron las fotos de los delincuentes, que van armados, y apelaron a la colaboración ciudadana a través de Twitter. Ciudadanos se pusieron en contacto con la Benemérita, pero todavía no se ha recibido la pista definitiva que ponga fin a la peligrosa fuga de Canceliñas y su cómplice.