La policía no duda. El joven asesinado en 2012 en A Cubela (A Coruña) fue víctima de un crimen pasional. Las relaciones que mantenía con numerosas mujeres, entre ellas una militar de Ferrol, C.B., y la hija de ésta fueron el móvil de su muerte, orquestado por estas dos últimas. El inspector que investigó los hechos sostiene que C.B., tras descubrir que su amante se acostaba con su hija, precipitó los hechos, que ya los había planeado días antes, y convenció al novio de la adolescente y a su exmarido para que la ayudasen a ejecutar su venganza.

Hacía días que la madre y la hija que compartían amante habían decidido darle un "escarmiento", porque ambas eran conscientes de que Yonier Alejandro Arenas se acostaba con otras mujeres. Los hechos se precipitaron el 11 de enero de 2012 por la tarde, cuando C.B., de 31 años, accedió a la cuenta de Tuenti de su hija, que tenía 15, y corroboró lo que ya sospechaba: Yonier y la adolescente, L.A., mantenían relaciones.

Así lo sostuvo ayer durante el juicio el equipo de la Policía Judicial que investigó el crimen sucedido en enero de 2012 de madrugada. Los agentes aseguran que corroboraron, a través de conversaciones mantenidas por los implicados en las redes sociales, que "planificaron con detalle" los hechos.

El inspector jefe de la brigada expuso que la mujer, que ejercía de militar el Ferrol, "predispuso" a la pareja de su hija, A.S., de 19 años, para que ese día terminase con la vida de Yonier. "En dos mensajes la niña le dice a su novio que su mamá está impaciente. Las dos están con ánimo de venganza, saben que Yonier las quiere dejar. Yonier había enviado un mensaje a C.B. en el que le decía que no quería saber nada de ella", destacó el inspector, al tiempo que recalcó que el plan inicial era que A.S. y sus amigos dejasen inconsciente a la víctima, a la que después "remataría" la presunta inductora, C.B.

"Ella lo planifica todo a través de su hija, está por detrás controlándolo todo. Genera odio en A.S. al inventarse que la niña está embarazada de Yonier. Quiere verlo muerto, como se lee en uno de los mensajes", subraya.

El inspector explicó ayer que C.B., su exmarido, A.R., su hija, L.A., y el novio de la menor A.S., se trasladaron sobre las doce de la noche en coche a la plaza de A Cubela. Mientras, la adolescente se quedó en el coche, C.B. envió mensajes desde el móvil de su hija a la víctima para convencerla de que bajase. Una vez que consiguió engañarla para que saliese de casa, cada uno cumplió con su papel. Así, su exmarido, que conocía a Yonier, fingió encontrárselo en la calle e inició una conversación banal con él. En la acera de enfrente, A.S., observaba los hechos cuchillo en mano, hasta que atacó por sorpresa a Yonier, asestándole dos puñaladas, una de ellas en el corazón. C.B. esperaba agazapada agazapada en la puerta de un garaje situado a escasos metros. "Ella estaba allí, quería rematarlo, pero no contaban con que Yonier saliese corriendo y huyeron los tres", relató el agente.