"Yo no robo cien euros en un bar. Atraco bancos. Pude entrar en la cafetería alguna vez porque vivía por allí y pro eso estar mi ADN, pero este marrón no es mío", así de rotundo se mostraba ayer el veterano atracador vigués Miguel Ángel Carballa en los pasillos de los juzgados cuando se negó a aceptar un acuerdo con la Fiscalía y pidió a su abogada que se celebrara el juicio.

La fiscal solicita una condena de 3 años de prisión y le imputa un delito de robo con fuerza en una cafetería de la calle Brasil, a la que forzaron la verja de cierre el 23 de noviembre de 2006 para desvalijar la tragaperras para llevarse 70 euros y el dinero de venta de lotería. No hay testigos pero si restos de piel del acusado en el cristal de la puerta de acceso al local que rompieron los ladrones.

"No robé nunca en un bar porque no te llevas nada, en aquella época yo atracaba bancos y todos lo saben, hasta la Policía", aseveró Miguel Ángel Carballa tras escuchar el escrito de acusación. Ante la magistrada del Juzgado de Penal número 1 de Vigo reiteró "No es cierto lo que dicen. Era mi barrio, vivía allí. Todos me conocen y saben que a lo que me dedicaba. Nunca tuve problemas con los vecinos, ni me metía en casa de nadie", reiteró.

La Policía Nacional halló restos de su piel en un cristal roto en la puerta del bar desvalijado. El acusado expuso que "cuando me detuvieron en su día pregunté por qué y me hablaron de una huella, pero la juez de instrucción me dejó en libertad y no supo decirme más. Creí que este caso se había archivado, como otros que me imputan que no se de donde salieron". Explicó en la sala que la prueba de ADN se la pidieron hace apenas quince días y no puede defenderse porque "es imposible que me acuerde de lo que hice aquel día tantos años después".

Manuel Carballa, considerado uno de los atracadores históricos a bancos de Vigo, estuvo implicado hace más de una década en asaltos armados con la banda de los hermanos Martins. Ayer, al abandonar en libertad los juzgados lamentaba: "Ya pagué en prisión lo mío y lo que no era mío. Estaba tranquilo y quieren culparme de algo que no hice. A ver que decide la juez, aunque con mi historial...".

Su abogada defensora solicitó su absolución al considerar que no hay pruebas contra él y que ha transcurrido demasiado tiempo hasta que se ha celebrado el juicio.