La Fiscalía ha elevado a 15 años de prisión la solicitud de pena para Mar L.S., la madre de los dos mellizos asesinados a golpes en agosto de 2011 en A Coruña, al añadirle dos delitos de homicidio imprudente, una petición a la que se ha sumado la acusación particular, que ejerce el padre biológico de los pequeños, que hasta ahora sólo había requerido la condena del autor confeso del crimen, entonces pareja sentimental de la mujer.

En concreto, la Fiscalía y la acusación particular renunciaron a solicitar que la madre sea condenada por un delito de malos tratos continuados, pero sí piden para ella una condena de 15 años de prisión por dos delitos de homicidio imprudente, uno de malos tratos y ocho de lesiones. Mientras, la defensa de la acusada mantiene la petición de libre absolución. javascript:cargarFckEditor('pTexto');

También han coincidido el ministerio fiscal y la acusación particular en la petición de penas para el acusado de la muerte de los pequeños, Javier E.F., para quien han mantenido que debe ser condenado a 51 años de cárcel por dos delitos de asesinato, otro de malos tratos físicos y psíquicos y cuatro de lesiones a los menores.

Por su parte, la defensa de Javier E.F. mantiene que su representado debe ser absuelto de los delitos de maltrato y lesiones, mientras que solicita que se califiquen los hechos de homicidio imprudente y no de asesinato. Su abogada ha pedido que se le aplique la eximente de enajenación mental y la atenuante de confesión de los hechos, lo que reduciría la pena a seis años, que requiere que cumpla en un centro psiquiátrico.

"No sé cómo pudo pasar lo que pasó", ha dicho Javier E.F. en su alegato final al término del juicio, cuando fue preguntado por la juez si quería añadir algo, en la que fue la quinta y última sesión del juicio que tuvo lugar este miércoles.

Amigos de Mar L.S. han declarado que ésta sabía que el autor confeso del crimen y su entonces pareja pegaba a los niños. Mientras, una vecina ha dicho que oía "a diario" golpes en la casa en la que residían anteriormente.

"Golpes a diario"

La muerte de los mellizos se produjo en agosto de 2011 después de que Javier E.F., quien confesó el crimen, hubiese golpeado a los menores con una barra metálica en el domicilio familiar.

En la sesión de este miércoles, una vecina de la casa en la que vivió anteriormente la madre de los mellizos ha asegurado que oía "a diario" golpes y también como la madre insultaba reiteradamente a sus hijos. "Los golpes los oía todos los días", ha dicho esta vecina, que dijo que "los niños tenían miedo a su madre".

Mientras, una amiga de Mar L.S. ha asegurado que la madre sabía que el acusado maltrataba a sus hijos puesto que, según ha declarado, tras la muerte de los pequeños, la propia madre se lo habría reconocido. "Si hubiese escuchado a mis hijos, estarían vivos y no muertos", ha asegurado que fueron las palabras que le trasladó Mar L.S.

Actitud de la madre

En sus conclusiones, el abogado de la acusada, Víctor Bouzas, ha negado, frente a los argumentos de la acusación particular, ejercida por el abogado Joaquín de la Vega, o de la Fiscalía, que la madre maltratase o insultase a sus hijos, en base a los testigos y a los informes presentados durante el juicio que demuestran, según él, que "nunca" pegó a los pequeños.

Mientras, para el Ministerio Público y la acusación particular, la madre incumplió su "posición de garante" de la vida de los menores y mantuvo una actitud de "pasividad" al conocer el carácter agresivo del acusado con los niños. Según la Fiscalía, los menores vivían en un "clima de agresiones y abandono afectivo".

"Trastorno de personalidad o mental"

La defensa del autor confeso del crimen ha argumentado que sufre un "trastorno mental leve" y un "trastorno paranoide" que le impidió, según la aboga, Lucía Rama, "controlar sus impulsos" en el momento de los hechos.

Por el contrario, la Fiscalía y acusación consideran que Javier E.F. era "consciente" de los hechos que estaba cometiendo y, en base a los informes forenses, aseguran que el acusado sufre un "trastorno de las personalidad" pero niegan que padezca una enfermedad mental.