La trama internacional de fraude del IVA en el sector informático destapada por el Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia defraudó al menos 5 millones de euros en tan solo dos años con un esquema de sociedades "truchas" y testaferros. Tres de los 14 detenidos, los supuestos responsables de la organización, ingresaron en la cárcel tras declarar ante la magistrada de Instrucción 5 de Vigo que coordina la denominada Operación Marcianitos, ya que el grueso del fraude se habría cometido con la importación de videoconsolas y videojuegos.

La juez, a petición del fiscal de Delitos Económicos de Vigo, envió el lunes a prisión provisional al presunto cabecilla del grupo, el empresario José Manuel Bargés -residente en Vigo- que lideraría la trama como gerente de una empresa de distribución al por mayor de material informático con sede en Redondela. La misma decisión adoptó ayer la magistrada para el empresario de A Estrada, José Antonio Sala, considerado otro de los máximos responsables, y para el vigués Castro P., a quien se atribuye la búsqueda de personas para la constitución de empresas "trucha". El resto de los detenidos, entre los que figura un hermano de Bargés y su cuñada, quedaron en libertad con cargos como supuestos "hombres de paja".

Los presuntos cabecillas habrían creado una trama para defraudar el IVA en la comercialización de consolas y otros productos informáticos mediante una compleja estructura empresarial con sociedades constituidas en Galicia, Madrid, Cataluña, norte de Portugal y Rumania. La creación continua de sociedades pantallas les llevaba a contactar con personas sin recursos a las que, a cambio de una pequeña remuneración, hacían figurar como administradores de estas sociedades ficticias. Entre ellos figura un español que cumple prisión en el extranjero.

La mercancía viajaba directamente desde el norte de Europa a almacenes logísticos españoles que, a su vez, la remitían a los comercializadores finales. Sin embargo, eran facturados a empresas "truchas" en Rumania y Portugal, que se limitaban a su refacturación a otras sociedades ficticias españolas que tampoco recibían la mercancía y se la refacturaban a otras creadas para la ocasión que eran las que facturaban a las distribuidores reales. Este "impago" del IVA les permitía ofrecer precios competitivos y suculentos ingresos.

Para dar credibilidad a los movimientos ficticios de la mercancía -que en realidad no se movía del almacén español al que había sido transferido inicialmente- se realizaba un continuo traspaso internacional de dinero entre cuentas bancarias a través de Internet.

La investigación de la Operación Marcianitos comenzó en abril del 2012 cuando se descubrió un supuesto fraude del IVA de empresas dedicadas al sector informático. El pasado domingo, efectivos del Servicio de Vigilancia Aduanera procedían de forma conjunta a las 14 detenciones y a los registros domiciliarios. Además de los registros domiciliarios de los detenidos, se registraron 7 domicilios de sociedades relacionados con la trama : 5 en Madrid, 2 en Cataluña y una asesoría en Ourense. La juez de Vigo ordenó, además, el bloqueo de saldos bancarios y cajas de seguridad . La operación sigue abierta y, en función de la documentación intervenida, podría haber nuevas detenciones.

Curiosamente Bargés, al frente de Consumibles Ecotoner Hispania S.L., con sede en Mos, denunció en el año 2007 con otras cinco empresas mayoristas de informática ser víctima de una estafa de 6 millones de euros que presuntamente había cometido una pareja de A Estrada que habría huido a Sudamérica. Entonces aseguraba que perdió 200.000 euros de una venta que nunca cobró y se vio obligado a asumir una deuda de un millón de euros con los bancos por una mercancía que nunca recibió.