El cultivo de cannabis en la provincia de Pontevedra para destinarlo a la venta está lejos de ser una práctica aislada. Y un buen ejemplo de esta situación se evidenciaba esta misma semana con diferentes operaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil en el área viguesa: en solo cuatro días, los agentes imputaron a ocho personas al localizar cinco plantaciones de marihuana en A Cañiza, O Rosal, Baiona, Nigrán y Gondomar. Y es que el cultivo de plantas de cannabis ha crecido de forma significativa en los últimos años, al mismo tiempo que las fuerzas de seguridad han intensificado la vigilancia para erradicar esta práctica ilegal. Los datos del pasado año sobre las operaciones llevadas a cabo por el Instituto Armado en la provincia revelan que 2011 se cerró con casi medio centenar de detenidos y una treintena de plantaciones erradicadas. La mayoría son cultivos caseros, de pequeñas dimensiones, pero en algún caso la apuesta por el "negocio verde" era más ambiciosa: es el caso del descubrimiento de una gran plantación en Portas con 200 plantas, una de las mayores halladas en Galicia, que acabó con 17 detenidos.

Fueron 49 las personas arrestadas el año pasado por la Benemérita, entre las que se incluyen las 17 de Portas. Y las plantaciones erradicadas ascendieron a 32. En total, se dejaron fuera de la circulación 625 plantas. Además del de Portas, otro cultivo importante se descubrió en Oia, donde los agentes arrestaron a una persona tras incautarse de 60 plantas de marihuana. También se contaron por decenas las plantas aprehendidas en operaciones en localidades como Meaño, O Rosal y Salvaterra. Frente a estos casos, otra parte importante de los cultivos detectados son pequeños, de apenas tres o cuatro plantas, y suelen tener como objetivo el autoconsumo o, como mucho, el tráfico de pequeña intensidad.

Viviendas, invernaderos, montes o huertos son los lugares donde suelen levantarse las plantaciones. Pero a veces se buscan soluciones más imaginativas: el pasado marzo en Ribadumia se localizaba cannabis en un zulo en un galpón. Estaba acondicionado con la iluminación, la ventilación y el riego adecuados para que creciese la marihuana.

La estrecha vigilancia de los agentes es la que permite dar con muchas de estas incautaciones -se ha llegado a sorprender a jóvenes in fraganti mientras regaban las plantas-, pero en otros casos son las denuncias de los vecinos las que dan la voz de alarma. Hay causas más excepcionales. Como un caso descubierto en Caldas tras la denuncia de la empresa suministradora de fluido eléctrico debido al elevado gasto de luz detectado en un piso: se descubrieron más de 700 plantas.