Preocupante aumento de la delincuencia entre los más jóvenes. La Fiscalía ha detectado un incremento de delitos de maltrato familiar, de violencia de género y de casos de abusos o agresiones sexuales cometidos por menores en la provincia de Pontevedra. Las estadísticas no dejan lugar a dudas: de estas figuras delictivas la que más se disparó es la violencia en el ámbito del hogar, de la que suelen ser víctimas los padres u otros familiares directos, al pasarse de 90 asuntos en 2010 a 158 el pasado año, lo que revela un crecimiento del 57%. Se trata de casos, se alerta, protagonizados por "menores disociales" que no acatan normas y se enfrentan con compañeros, profesores y familia. Junto a esta problemática, la Fiscalía también muestra su preocupación por el aumento de adolescentes con "trastornos de comportamiento" y solicita que se impulse un protocolo que implique a los agentes sociales y permita conseguir un "rápido diagnóstico" de las patologías que sufren estos jóvenes para derivarlos a "los recursos existentes".

Estos datos fueron revelados ayer por el fiscal superior de Galicia en su intervención en unas jornadas en la Universidad de Vigo tituladas "El derecho a la reinserción sociofamiliar de los niños, niñas y adolescentes". Carlos Varela desglosó algunas cifras de la memoria de la Fiscalía de Pontevedra, que revela que en 2011 se registraron en la provincia 1.156 delitos cometidos por menores, así como 391 faltas. En el apartado de delitos, en casi todos hubo aumento: robos, hurtos, daños, conducciones sin permiso... Pero se hace especial mención al crecimiento de la violencia familiar (de 90 en 2010 a 158 en 2011), de género (de 3 a 11) y de ataques sexuales (de 11 a 38). Sobre estos últimos, en la memoria se dice que no se encuentra explicación a la subida.

De los más de mil delitos cometidos por menores en 2011 en la provincia, las lesiones siguen siendo el grupo más numeroso (el 21%), seguido de violencia doméstica (13,6%), robos con fuerza (12%), hurtos (11,8%) y daños (11%). En cuanto a las faltas, un total de 391, el 56% fueron contra las personas y las restantes contra el patrimonio. Y sobre las medidas impuestas por delitos, las prestaciones en beneficio de la comunidad representaron el 29% de los casos, seguidas de libertad vigilada (26%), permanencia en centros los fines de semana (23%) e internamientos (11%). Las soluciones extrajudiciales, además, permitieron archivar sesenta expedientes por la vía de la conciliación.

En su intervención Varela no pasó por alto el incremento de menores con trastornos de comportamiento detectados en sus hogares, en centros educativos o en los servicios sociales. También advirtió de que "se echa de menos" un protocolo que implique a autoridades educativas, sanitarias, servicios de Protección de Menores y Fiscalía para lograr un rápido diagnóstico de las patologías que sufren estos jóvenes.

Adolescentes que no acatan normas, se enfrentan a docentes y roban en sus propias casas

¿Cuál es el perfil de los menores implicados en delitos de violencia familiar? La fiscal coordinadora de la Fiscalía de Menores de Pontevedra, Encarnación Bullón, relata en su informe de 2011 que suelen intervenir en estos casos cuando ya actuaron los servicios de Protección de Menores, y el resultado "no es satisfactorio". Así, los describe como "menores disociales" que incumplen normas, no acatan el principio de autoridad y son "absentistas".

En las aulas protagonizan problemas con profesores y compañeros, detectándose a veces consumo de sustancias. ¿Y en casa? Tampoco respetan normas, hacen "lo que quieren" y ejercen "violencia psíquica y física" contra sus padres. Algunos de los episodios que estos chicos cometen en su hogar son "romper objetos" si no se accede a sus deseos, sustraer "dinero" o insultar y amenazar a sus familiares. La mayoría de medidas cautelares acordadas para adolescentes son por este tipo de delito: hay problemas para la ejecución de las mismas por los problemas de "convivencia", lo que, alerta la Fiscalía, se traduce en un "abuso" de la Administración en cuanto a la estancia de estos chicos en centros hasta que se les asigna otra medida. En cuanto a infracciones cometidas por menores de 14 años, la mayoría son contra la propiedad y se detecta a niños "muy marginales".