Un crimen lleno de incógnitas que podría pasar a engrosar la lista de casos sin resolver. La Fiscalía ha presentado un escrito en el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Vigo en el que pide el sobreseimiento provisional de la causa contra el único imputado por el homicidio de la vecina de Nigrán María Teresa Troncoso Comesaña, cuyo cuerpo apareció apuñalado entre los aparejos de un pesquero en la ría coruñesa de Ares hace ya dos años y medio: tras una larga y compleja investigación judicial, esta acusación afirma que no existen "elementos probatorios suficientes" contra José Zapatero Fonte, exnovio de la víctima y que llegó a estar ocho meses encarcelado por este caso. El ministerio público estima que sobre el ferrolano sigue pesando una "tremenda sospecha" y que los indicios contra él son "fuertes", pero concluye que no hay "ni una sola prueba directa u objetiva de clase alguna que permita imputarle la muerte", en referencia a las periciales criminalísticas y de ADN que no lo incriminan. La decisión se conoce apenas un mes después de que este hombre fuese absuelto de pornografía infantil y abusos a la hija que tenía en común con la fallecida.

Será el juez quien resolverá si se archiva o no el caso. En la causa está personada una acusación particular, que podría oponerse al sobreseimiento y pedir que se enjuiciara al imputado. A la espera de los próximos pasos judiciales, en el escrito de la Fiscalía se concretan los motivos por los que interesa el cierre provisional de las actuaciones contra Zapatero por el crimen de esta mujer de Nigrán de 43 años, cuyo cadáver fue hallado el 13 de enero de 2009, más de dos meses después de que desapareciera. La víctima, que tenía tres hijos, recibió diez puñaladas "con un arma blanca tipo cuchillo de monte" y tenía una cuerda alrededor del tronco, por lo que se concluye que fue arrojada al mar con un lastre desde un barco para evitar que saliera a flote.

Versión exculpatoria

El imputado siempre negó ser culpable, afirmando que el último día que vio a su expareja la dejó en A Coruña. Pero las investigaciones se encaminaron "directamente" a José Zapatero, por ser la última persona "conocida" que vio a María Teresa con vida. La fiscal enumera los "indicios" en su contra: que ambos seguían viéndose y pasaban juntos fines de semana pese a los problemas judiciales por el régimen de visitas de la hija en común; que el día de la desaparición el imputado estuvo con la fallecida en Vigo para recoger a la niña; que esa noche volvió a quedar con la mujer y cogieron la autopista en dirección Pontevedra o que el cadáver apareció en la ría de Ares, "cerca de la localidad" del imputado. Otros indicios son que pese a que Zapatero negó tener barco, se descubrió que "tenía a su disposición" el de su hermano y que lo limpió "dos días después de la desaparición", o que coincidiendo con que se le perdiese la pista a la vecina de Nigrán el ferrolano comenzó a arreglar los papeles para escolarizar a la menor en Pontedeume y dejó de ingresar la pensión de alimentos de la pequeña.

También las "clarísimas contradicciones" del hombre son destacadas por la fiscal. Pero pese a remarcar que todo esto apunta a Zapatero como "único sospechoso" y pese a que los indicios son "fuertes", admite que no son lo "suficientemente contundentes" para desechar de forma completa "otra hipótesis" y que fuese, como sostiene la defensa, otra persona la que matase a la víctima.