Orden de alejamiento mutua para aproximarse a menos de 200 metros de distancia y prohibición de comunicarse entre sí. Estas son las medidas cautelares que, a petición de la fiscal, adoptó ayer el titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer de Vigo para la pareja que se agredió en Baiona. Dado que ambos trabajan a una distancia de apenas 50 metros, Alejandro S. G. no podrá acudir a su trabajo habitual por orden judicial. De momento se encuentra de baja por las dos cuchilladas que recibió en el abdomen, pero cuando se cure será el juzgado el que determine si puede hacerlo o no.

Cristina G.D., de 31 años, y Alejandro S. G., que salió del hospital el martes, se reencontraron ayer tras la agresión, ocurrida el pasado 30 de enero, en la comparecencia para decretar las medidas cautelares. La mujer, acusada de haber acuchillado a su excompañero, alegó defensa propia ya que estaba recibiendo una paliza.

Ambos reconocieron en sus declaraciones judiciales que vivían juntos en el domicilio de ella pese a la orden de alejamiento que tenía Alejandro por una condena de maltrato anterior del Juzgado de lo Penal 1 de Vigo. Aquella noche ella no le dejó entrar, y él lo hizo por una ventana. Ha sido imputado por presuntos malos tratos y ella por supuesto intento de homicidio.