Hacienda recauda más de 2 millones de euros por los bienes del clan Charlín, un tercio de lo esperado

Las propiedades personales de los integrantes de la familia saldrán a subasta el próximo año

A. gago - Arousa

La Agencia Tributaria da por finalizada la mayor subasta de bienes incautados a narcotraficantes en Galicia, y lo hace tras ingresar 2.055.582 euros, la suma de la venta de 23 de las 53 propiedades que fueron intervenidas en 1995 a las empresas del holding empresarial que creó el clan de los Charlín para ocultar sus ganancias con el tráfico de drogas.

El último capítulo de este proceso, que se inició en octubre se vivió el pasado jueves, al abrirse las ofertas para la adjudicación directa de los bienes, siempre y cuando las cifras se ajustasen mínimamente a las expectativas. El Concello de Vilanova de Arousa se llevó la joya de la familia Charlín, el pazo de Vista Real, por 1.085.000 euros. Además del pazo, la Agencia Tributaria adjudicó otras nueve propiedades, entre las que destacan dos pisos en la plaza de Barcelos de Pontevedra, vendidos en 211.000 y 76.175 euros. De las seis bateas que entraban en la puja, solo se colocó la "Adela I", adjudicada en 60.100 euros un 50% menos de la tasación para su subasta inicial.

El resto de bienes son plazas de garaje en dos edificios de Vilanova que fueron incautados a la empresa Playa Villa en las inmediaciones de la playa de As Sinas, así como una vivienda en ese mismo lugar, adjudicada por 61.111 euros. En total, se logró recaudar con este proceso de adjudicación directa la cifra de 1.517.396 euros, el 33% de la cantidad en la que se habían tasado todas las propiedades.

De todas formas, la subasta de los bienes de la familia Charlín va a continuar, ya que todavía permanecen treinta propiedades sin vender. Las cinco bateas, ocho fincas rústicas en Sanxenxo, otra más en Rianxo, 19 garajes, tres pisos, un local comercial y un terreno edificable en Vilagarcía. Gran parte de los 23 sobres que recibió la Agencia Tributaria en esta fase de la subasta eran ofertas para hacerse con alguno de estos bienes, pero fueron consideradas insuficientes. Otras, directamente quedaron desiertas.

Estos bienes todavía tendrá una nueva oportunidad de encontrar un comprador, ya que se les ha prorrogado el plazo para que se presenten ofertas para una nueva adjudicación directa. Será hasta el próximo 15 de febrero, cuando volverá a repetirse la apertura de sobres en la sede de la Agencia Tributaria de A Coruña, donde se ha realizado todo el proceso. Entre los acreedores que esperan cobrar parte de la deuda que la familia Charlín guarda con ellos se encuentran las antiguas trabajadoras de Charpo, a las que se le deben cerca de dos millones de euros entre indemnizaciones por despido e intereses de demora.

Próximamente se sacarán a subasta los bienes embargados –varias fincas rústicas, pisos y locales comerciales– a las empresas del clan que no pudieron incluirse en la anterior subasta por causas técnicas, pero también los bienes embargados a personas físicas condenadas en la misma sentencia, si es que no efectúan antes el pago de las multas impuestas.

Este es el caso de varias fincas, casas y hasta un cortijo en Córdoba que conforman las propiedades personales de Manuel Charlín Gama, el Patriarca del clan, su mujer Josefa Pomares; sus hijos Josefa, Adelaida, Manuel y Óscar, su nieta Noemí Outón, su yerno Pascuale Imperato y Manuel Santórum.

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