El fiscal eleva a 18 años su petición para el acusado de matar a su exmujer en Coristanco

El hombre de 78 años que mató a su exmujer en agosto de 2009 en Coristanco solo le asestó un golpe con la maza en el pecho. Eso es lo que aseguraron ayer en el juicio los peritos, que sostuvieron que la habitación donde sucedieron los hechos carecía de signos que indicasen que antes del asesinato se produjo una pelea, tal y como afirma el imputado. "No había nada en el suelo y había cosas encima de la mesilla. En la cama tampoco había sangre", declararon los especialistas que realizaron la inspección ocular del domicilio que compartían el homicida y la víctima.

El representante del Ministerio público cambió sus calificación al finalizar la vista, que duró cuatro días. Así, el fiscal exige que el procesado sea condenado a 18 años de prisión en lugar de a los 17 que solicitaba inicialmente. La acusación consideró al finalizar las declaraciones que el jurado debe tener en cuenta la agravante de parentesco, lo que provoca que la pena se incremente un año. La Fiscalía, además, bajó la indemnización que pedía para uno de los hijos del matrimonio de 15.000 a 6.000 euros porque el afectado admitió en el juicio que hacía años que había roto la relación con sus padres. El fiscal concluye que el daño moral que le causó el crimen es inferior al que estimó en un principio.

Ocho de los once hijos del matrimonio que están vivos declararon contra su padre. Aseguraron que el imputado maltrató a su familia durante años y que su madre nunca opuso resistencia. "¿Con un perro vas a tener relaciones?", dijo uno de los afectados cuando el fiscal le preguntó si tenía contacto con su padre, condenado en Francia por agredir sexualmente a cuatro de sus hijas. "A veces no nos dejaba comer y nos hacía ponernos de rodillas mientras él comía", relató una de las perjudicadas.

Por su parte, la defensa del hombre en este crimen se basa en alegar que la exesposa lo intimidó con un cuchillo y que él la golpeó para evitar que le hiriese.