La sentencia condenatoria dictada por la Audiencia de Ourense contra tres acusados portugueses por el delito de amenazas contra Berta Collarte, hija del industrial ourensano Guillermo Collarte, desaparecido en Valença do Minho el 5 de octubre de 1999, consta desde ayer como prueba documental en el juicio por esa desaparición que se viene celebrando desde el pasado 15 de noviembre en el Juzgado de Valença (Portugal). El objetivo es que se tengan en cuenta las declaraciones realizadas en España por el ex edil de Valença, José Lopes y el presunto autor material del secuestro, Vítor Días, que en Portugal se acogieron a su derecho a no declarar.

El abogado de la familia Collarte daba a conocer, tras la celebración de esta cuarta sesión, que hay órdenes internacionales de búsqueda y captura contra dos de los tres condenados por la Audiencia de Ourense, al no presentarse dentro de plazo para ingresar en prisión y así cumplir la pena impuesta. Se trata de dos de los imputados en el juicio que se desarrolla en Valença, con jurado popular: Vítor Manuel Días Pereira Barreto, con historial delictivo por atracos a bancos que ayer estaba presente en la sala, y de José Lópes Rodrígues, gestor administrativo de la sociedad de Collarte y ex concejal en la Cámara Municipal de Valença, que está gravemente enfermo.

Su hija Silvia María era la primera testigo del día, al ser administradora de la gestoría que lleva los asuntos paternos, por lo que conoce a Días y a los otros acusados: José Gerardo Torres Abalo y Luís Sánchez Lavandeira, ambos socios españoles de Collarte. La testigo confirmó la amistad y negocio que tenía su padre con el empresario ourensano y con Días Pereira; reconoció los problemas económicos de su progenitor y recordó las llamadas de Días y de su mujer pidiéndole dinero. Explicó que su padre cobraba un 3% de comisión por sus gestiones en la sociedad de Collarte. Contó que el día en que desapareció, su padre estaba "triste, angustiado y afectado". Le preguntaron también por el pago de 30.000 euros de traspaso de un local de citas en el que tenía parte Días, y del que ni siquiera hay contrato.

Hubo sollozos en la sala. Primero los de Silvia María al recordar la gravedad de su padre y después los de Gerardo Torres Abalo y de testigos que declararon a su favor. Muchas preguntas se centraron en la compra y venta de acciones de la sociedad en la que participan los Collarte. Declararon Benito Janeiro Rodríguez, que fue socio suyo; José Miguel Hernández, auditor de finanzas; Javier Pintos Varela, economista; Concepción Lorenzo Cuervo, funcionaria de la Xunta; Rafael Isidoro Montero, ingeniero técnico industrial que había trabajado para él; y Jesús Díaz Pereira, médico cirujano y amigo.

La siguiente sesión del juicio será el próximo 10 de enero de 2011.