El temporal se ha cobrado una víctima mortal en Galicia. Una vecina de Vigo de 39 años, María del Mar Ameijeiras Sánchez, falleció ayer tras caerle encima una carpa que instalaba para la celebración de las fiestas del Samaín en Marín, un siniestro provocado por una fuerte ráfaga de viento. Fue el accidente más trágico de una jornada con incidencias en toda Galicia debido a la lluvia y el viento en forma de inundaciones de viales, comercios o bajos –en Vigo la calle Julián Estévez tuvo que cortarse al tráfico durante una hora– o caídas de árboles, postes y cableado eléctrico. Una de las comarcas más afectadas fue la arousana, donde una tromba de agua anegó las principales calles de Vilagarcía y convirtió en una piscina la praza do Concello de Cambados. Ese mismo fenómeno causó filtraciones en la cubierta del Coliseum de A Coruña, donde se celebraba un multitudinario maratón informático y varios equipos resultaron afectados. Y lo peor se espera para hoy: se decretó alerta roja en la zona costera de las provincias de Pontevedra y A Coruña, motivo por el cual la Xunta advirtió a través del 112 a los municipios del litoral para que adopten medidas, al tiempo que recomendó a los ciudadanos que eviten salir de casa, no paseen ni hagan actividades deportivas en muelles, paseos marítimos o embarcaderos y no usen bicicletas o motocicletas cerca del mar.

El suceso más grave de ayer ocurría en Marín. La viguesa María del Mar Ameijeiras moría a consecuencia de las heridas que sufrió al caerle encima la carpa en cuyo montaje trabajaba esta operaria de la empresa de animación también de Vigo "Barafunda". El accidente ocurrió en el parque de Cantodarea en Marín cuando a consecuencia de una fuerte ráfaga de viento la carpa salió volando y la trabajadora no pudo escapar. Este recinto de la empresa Palcos Salcedo se estaba instalando por encargo del Concello marinense para albergar una fiesta relacionada con el Samaín y que ofrecía un denso programa de actos para niños y mayores, incluidas proyecciones cinematográficas.

La mujer estaba en el interior del recinto todavía sin abrir sus puertas al público, en las labores de ambientación del recinto para la celebración de la fiesta, trabajo que correspondía a la empresa "Barafunda", contratada también por el ayuntamiento para este fin.

El accidente se produjo a media mañana, antes de la llegada de los niños a la fiesta, que fue suspendida. Según testigos, la instalación de la carpa, al recibir la ráfaga de viento, salió volando desde uno de sus laterales arrastrando con la lona superior las columnas que, supuestamente, deberían estar ancladas al suelo.

En este movimiento toda la estructura atrapó a la mujer, que fue elevada a una altura de más de cinco metros y, mientras carpa y soportes caían sobre una pista deportiva que se encuentra sobre un edificio portuario, ella se desplomó desde esa altura al suelo produciéndose graves lesiones en la cabeza. El 061 la traslado al Hospital de Montecelo de Pontevedra, donde sufrió una parada cardíaca por pérdida de sangre probablemente a consecuencia de lesiones tan importantes como la rotura del bazo y una arteria, así como otras contusiones.

Las mismas fuentes indican que, tras su ingreso en el hospital, se produjo una cierta recuperación, pero después empeoró su estado, por lo que se decidió la intervención quirúrgica urgente pero, a pesar de sus esfuerzos, los médicos no pudieron salvarle la vida y la viguesa murió a media tarde. El suceso derivará en una investigación para examinar todas las responsabilidades en la tragedia.