La noticia del incendio en Lalín originó un gran despliegue de los servicios de protección y seguridad ciudadana, pero también de los vecinos y políticos locales, encabezados por el alcalde. José Crespo abandonó el pleno de la Diputación tan pronto tuvo conocimiento del trágico incidente, cuando aún faltaba por localizar el matrimonio formado por José Mouriño y Carmen Reboredo. El alcalde lamentaba "a desgraza deste incendio no que morreron unha moza e un señor de máis de 80", a la vez que recalcaba que se seguía buscando a la pareja.

Junto a Crespo se encontraban varios ediles o el ex concejal Pepe Iglesias, que recordaba las reuniones que compartió con Mouriño durante su etapa al frente de Campodeza y Xuncoga. Con él se hallaba José Luis Camiñas, presidente de O Rodo y también de Xuncoga. Los vecinos y los medios de comunicación que acudieron al lugar, con un cordón policial a 50 metros de la vivienda, desconocieron durante bastante tiempo lo que realmente sucedía en la vivienda y que el suceso escondía mucho más que un incendio. El desconcierto era tal que a primera hora ni se descartaba que el fuego llevase activo toda la noche. "Aquí cada un está na súa casa e cando é medianoite non saes mirar se pasa algo no resto da aldea", afirmaba Emilia Dobarro. La mujer recuerda que los supervivientes "al oír ruido, chillaron, hasta que tiraron la puerta y los cogieron".

Esta mujer fue una de los muchos vecinos que acudieron raudos a la llamada de auxilio de Ciprian Nitoi, el empleado de los arrestados que advirtió del fuego. Era el caso de Celso Martínez, que llevaba en pie desde antes de las siete de la mañana: "Sempre madrugo para muxir, e estaba neste labor cando oín ao rapaz rumano subir polo pobo e chamar en todas as vivendas, pedindo auxilio". Este hombre recordaba que, además del joven rumano, la familia cuenta con la ayuda de otro hombre para cuidar la explotación. De hecho, los presentes en el lugar daban por sentado que las vacas de Mouriño habían sido ordeñadas por éste hombre a lo largo de la mañana, con lo que sorprende que el matrimonio no fuese encontrado hasta pasadas siete horas.

Un tercer vecino, José, también indicaba ayer que en su caso se enteró por el propio hermano de Mouriño: "Cruceime con el pola estrada e díxome que lle estaba ardendo a casa ao seu irmán", relataba consternado. Todos conocían la difícil situación económica de la familia, muy querida en el entorno tanto por el carácter emprendedor de él como por la discreción y diligencia de ella, a la que apenas se veía fuera, dado que cuidaba a los tres dependientes del hogar familiar.

Por otra parte, los servicios de extinción tuvieron que desplazarse a media tarde de ayer a la vivienda para aplacar un nuevo foco del incendio, que se reavivó debido al calor que acumuló el inmueble siniestrado. Ya a mediodía los vecinos temían por la estructura del inmueble, muy afectada en la zona de la cocina y en la habitación del matrimonio. A lo largo del día, el Concello de Lalín también puso a disposición del Parque Intercomarcal de Bomberos su camión para intentar sofocar las llamas, cuya humareda podía divisarse desde lejos.