La investigación del círculo profesional del abogado madrileño Alfonso Díaz Moñux, defensor de numerosos capos del crimen organizado entre los que figuran importantes narcos gallegos, que fue asesinado de dos tiros en la cabeza en el garaje de su domicilio en Madrid en diciembre de 2008 en un tiroteo del que salió ilesa su compañera sentimental y letrada cambadesa Tania Varela, ha dado sus frutos. La Policía Nacional anunció ayer que ha resuelto el crimen por encargo y detenido a cuatro sicarios, con edades comprendidas entre los 28 y los 51 años, presuntos autores de la emboscada "que fue minuciosamente planificada". Al menos dos de ellos son ciudadanos colombianos, y otro es español.

El asesinato, según las mismas fuentes, fue contratado y ordenado por una persona "vinculada al crimen organizado de alto nivel", con quien la víctima "tenía relaciones laborales" y con quien habían surgido "desavenencias profesionales". La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones si, como parece, finalmente se llega a quienes ordenaron la ejecución del penalista.

Una investigación "larga y dificultosa" en la que han participado hasta nueve grupos policiales y desarrollada durante 17 meses, condujo a los investigadores "hasta un grupo de personas responsables de la organización y ejecución del crimen", según fuentes policiales. Un homicidio que, aseguran, estuvo "perfectamente planificado ya que, según se pudo constatar, los detenidos realizaron seguimientos y vigilancias a la víctima durante los meses previos al tiroteo".

Los cuatro arrestos se produjeron de forma simultánea a principios de este mes en viviendas situadas en Utrera (Sevilla), Vega del Condado (León), Galapagar y Villanueva del Pardillo. En los registros efectuados se han intervenido más de 23.000 euros en efectivo, siete réplicas de armas reales de aire comprimido, miras telescópicas, cámaras de fotos, cámaras de vídeo y soportes informáticos.

La emboscada contra Alfonso Díaz Moñux tuvo lugar el 18 de diciembre de 2008. El abogado y su compañera sentimental, Tania Varela, accedían sobre las nueve y media de la noche al garaje de su domicilio en el barrio de Chamartín. Varios sicarios les esperaban y dispararon contra ellos a corta distancia. Dos balas atravesaron el cristal de la ventanilla del conductor e impactaron en la mandíbula y en la zona temporal izquierda del cráneo del abogado. Trasladado a un centro sanitario, fallecía horas después, mientras su novia salía ilesa del tiroteo.

Agentes de la Policía Nacional acordaron y protegieron el escenario del crimen y realizaron una minuciosa inspección ocular con recogida de pruebas. La investigación se centró en su actividad profesional como abogado especializado en el crimen organizado.

Díaz Moñux tenía varios frentes abiertos. Su último cliente era el capo Zakhar Kalashov, accionista de la petrolera Lukoil y capo de la mafia georgiana, según los servicios de inteligencia, que estaba procesado por asociación ilícita y blanqueo de dinero en la Audiencia Nacional. Un cliente que le pasó el ex magistrado Gómez de Liaño, que le había representado hasta entonces. También defendió a un policía procesado en la operación antidroga "Pipol" en Asturias, relacionada con el minero Trashorras. Fotos suyas, de distintos seguimientos, aparecieron también en los registros de una operación policial contra capos colombianos.

La vinculación de Díaz Moñux con la comarca de Arousa es amplia. Inició su carrera como abogado en el bufete que llevaba las causas del capo cambadés José Ramón Prado Bugallo, "Sito Miñanco", aunque pronto abrió despacho propio. En los últimos tiempos colaboraba con un letrado especializado en la defensa de narcos colombianos.

Por sus manos pasaron procedimientos de importantes organizaciones de narcotraficantes gallegos y tuvo como clientes a David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña, o Jacinto Santos Viñas, condenado por un doble transporte marítimo de cocaína. Además, se ocupó de la defensa del ex jefe de la base del Servicio de Vigilancia Aduanera de A Coruña, procesado por un alijo de hachís en el velero Chadband. Díaz Moñux también conoció el otro lado del estrado. A su muerte era investigado por un juzgado de Alcobendas por tráfico de drogas en relación con la venta de un chalé de Sito Miñanco en Las Rozas, en el que se sospecha se ocultó parte de un alijo de cocaína desembarcado en las costas gallegas en 2006, cuando se detuvo a David Pérez Lago cerca de una playa de Corme.