El GRAPO desplazó a Vigo a los activistas Silva Sande, Israel Torrado, Martín Ponce, Mónica Refojos y Esther González para perpetrar el asalto al furgón blindado de Prosegur en el que murieron acribillados a tiros dos vigilantes jurados el 8 de mayo de 2000, según las conclusiones de la fiscal a tenor de las pruebas periciales y biológicas defendidas ayer por los peritos en la tercera jornada del juicio en la Audiencia Nacional. La orden directa la habría dado Manuel Pérez, "Camarada Arenas" y secretario general del PCR, mientras que José Luis Elipe se habría ocupado de la falsificación de los documentos para el alquiler del piso y la compra de un coche.

Las pruebas biológicas sitúan de forma directa a Martín Ponce y Mónica Refojos en el lugar del atentado terrorista del GRAPO en Vigo. Análisis genéticos y de ADN certifican que la sangre hallada en el Opel Kadet de los atracadores, en la calle y en una cazadora corresponde a Martín Ponce. Él sería el grapo herido al intentar acceder al furgón blindado por el disparo del único guardia jurado que salvó la vida.

La presencia de Mónica Refojos en el atraco está refrendada por una huella suya identificada en una bolsa de plástico donde se guardaba una mochila con otras cuatro bombas lapas que fue abandonada por los asaltantes en su huida.

La fiscal sostiene que la presencia en la ciudad olívica y la participación directa de Silva en el atentado, viene probada por su declaración durante el juicio, ya que relató que participó en la preparación del atraco, pero negó cualquier haberse desplazado a Vigo. El ministerio público estima las declaraciones de los demás procesados, que le señalaron como el principal responsable del operativo, y de la también acusada Esther González, ex pareja de Israel Torralba, que durante la instrucción del sumario manifestó que se desplazó a Vigo con Israel y coincidió con Silva Sande, Mónica Refojos, bajo el alias de "María, y Marcos Martín Ponce.

Los informes grafológicos , según los peritos que testificaron ayer, indican que Silva Sande es autor de los escritos sobre las tapas de madera de las pequeñas tarteras usadas como bombas lapa, cargadas con 500 gramos de pentrita; así como de la crónica manuscrita del atentado de Vigo donde se detalla el papel de cada uno de los procesados con sus aliase iniciales: "Chus", sería Martín Ponce; "Luis", Israel Torralba; "Aida", Esther González y "María", Mónica Refojos.

Silva relata en dicho documento que el artificiero del comando del GRAPO en Vigo tuvo que ser sustituido porque resultó herido; que "María" recogió las sacas del dinero, y que "Aida" hizo estallar la tercera bomba, mientras que "Luis" habría explosionado la primera.

En el domicilio de Silva Sande en París se hallaron también fotos y recortes de prensa del atentado con anotaciones que los peritos grafológicos le atribuyen. Las autoridades francesas se incautaron, en el momento de su detención, en 2003, de una carpeta con anotaciones del atentado de Vigo y 15 ejemplares del comunicado reivindicativo del GRAPO a los medios de comunicación.

Israel Torralba, que asumió durante el juicio la preparación y participación de la "expropiación" del dinero del furgón a la vez que acusó a Silva Sande de ser el máximo responsable de la acción, fue identificado por testigos y mediante un estudio fisionómico como la persona que adquirió el vehículo Opel Kadet y lo aseguró antes del asalto. Las pruebas, siempre según la Fiscalía, se ven reforzadas por la declaración de su pareja sentimental entonces, Esther González, que declaró en instrucción que se desplazó con él a Vigo y alquilo también aquel mes de mayo de 2000 un piso en Madrid, donde se hallaron huellas dactilares de ella, Torralba y Refojos.

La presencia de Martín Ponce en la comisión de París donde se acordó el asalto al furgón blindado de Vigo, reconocida por él durante el juicio, y la identificación de su ADN, no son las únicas pruebas para la fiscal que relata que aportó datos durante el juicio "que sólo podía conocer de primera mano, como que si hubiera sido por Silva Sande el tercer guardia jurado también habría muerto".

Reconocimiento fotográfico

En el caso de Esther González, reconocida fotográficamente por algún testigo como una de las personas que abandonó el Opel Kadet del comando en Sárdoma, el Ministerio público resalta que en el piso que había alquilado en Madrid se halló un coche teledirigido para albergar varios tipos de fiambrera que se utilizan como bombas lapa.

Finalmente, la Fiscalía sostiene que Manuel Pérez, "Camarada Arenas" está implicado no sólo por la declaración en su contra de Silva Sande, sino por la prueba pericial de inteligencia de la Guardia Civil que destaca que el GRAPO no da ningún paso sin su autorización y conocimiento. Entre los documentos intervenidos en su domicilio en Francia hay un soporte informático con el comunicado reivindicativo del atentado de Vigo y varias copias en inglés. La fiscal pide su condena "por el dominio de los hechos que se ejecutaban bajo sus órdenes".

Los peritos explicaron, además, en una de las ventanillas del furgón blindado se halló una cuarta bomba que no llegó a explosionar. El forense explicó que el guardia jurado Jesús Sobra presentaba dos impactos de bala por la espalda, y un tiro de escopeta en el abdomen; su compañero Antonio Torres, presentaba tres impactos en cabeza, tórax y muslo.