Era la principal red de venta de heroína en Vigo y su comarca. Y fue desarticulada en una operación policial que incluyó un espectacular operativo en el peaje de la AP-9 en Vilaboa en el que cayeron uno de los supuestos cabecillas de la banda, apodado el Gemelo, y su esposa. Ahora, casi cuatro años después, siete presuntos miembros de esta organización –un octavo ya falleció– se sentarán en el banquillo de los acusados para ser juzgados por unos hechos por los que se enfrentan a condenas que oscilan entre los cuatro y los diez años de prisión. Las mayores penas que solicita la fiscal son las que plantea para el matrimonio detenido en plena autopista: para él pide diez años de cárcel y el pago de una multa de 150.000 euros, mientras que para la mujer demanda nueve años de encarcelamiento y una sanción económica de más de 87.000 euros.

La banda desarticulada en diciembre de 2005 por la Policía Nacional se abastecía de la droga en Cambados. Era el Gemelo quien viajaba cada semana a esta zona arousana para conseguir la heroína y la cocaína que después presuntamente se distribuía a los otros acusados para que la vendieran "al menudeo". Para ello, contaba con la cooperación de otro de los considerados líderes del grupo, alias Roky, que suministraba las sustancias estupefacientes a varios "camellos" en una vivienda de Vigo.

La actividad ilícita de el Gemelo estaba desde hace años en el punto de mira del grupo UDYCO de la comisaría viguesa. Y ese diciembre de 2005 el cerco policial se aproximó todavía más: tras interceptar los agentes el día 3 de ese mes dos entregas de droga que habría realizado en las calles Faisán y Ramón Nieto de Vigo, al día siguiente lograban capturarlo en plena AP-9 cuando regresaba con su mujer de Cambados con casi un kilo de heroína valorado en 83.539 euros.

Eran las diez y media de la noche y diez policías le cortaron el paso en el peaje de Vilaboa: pese a que había también tres vehículos camuflados, el acusado intentó huir dando marcha atrás y hacia delante con su vehículo, que había comprado hacía una semana "con las ganancias obtenidas en su actividad ilícita", según concreta la fiscal. Pero no logró escapar, ya que los agentes apresaron al matrimonio tras intimidarles con sus armas y romper las ventanillas del coche.

En total, la operación se saldó con ocho detenidos y la incautación de droga, teléfonos móviles y otros efectos, además de 52.000 euros en efectivo. En uno de los registros domiciliarios también apareció un revólver Velodog con su cargador y quince cartuchos. La red se solía comunicar telefónicamente y utilizaba palabras en clave para evitar hacer mención al tráfico de estupefacientes. "Tronco, baja para la cancha" era, por ejemplo, uno de los SMS que usaban para concertar los encuentros que finalmente abortó la Policía. El juicio se celebrará la próxima semana en la Sección Quinta de la Audiencia.