Otra "narcoplaneadora" aparece incendiada en las costas gallegas. Una lancha de ocho metros de eslora, dotada con tres motores y con sus depósitos cargados de combustible ardió ayer en una zona rocosa próxima a Cabo Silleiro (Baiona) después de que le prendiesen fuego. Las primeras indagaciones apuntan a que la embarcación podría estar vinculada a un grupo de narcos arousanos y que su función no sería la de transportar la droga por su pequeño tamaño, sino la de servir de avituallamiento para las lanzaderas que sí se encargan de llevar el estupefaciente. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, en la que por el momento no hubo detenciones ni se espera que se produzcan, ya que, al no aparecer droga, en principio no se podría imputar ningún delito.

La hipótesis que se maneja incide en que, por motivos que se investigan, los ocupantes de la lancha la abandonaron, la quemaron y se dieron a la fuga. Faltaban pocos minutos para las diez de la mañana cuando los vigilantes de las obras de la depuradora de Baiona, que se encuentra a unos 50 metros de donde apareció la embarcación, divisaron el humo y avisaron a la Policía Local. Seguidamente, salieron hacia el lugar del incendio, momento en que vieron a dos hombres que caminaban a paso ligero y se adentraban en el monte próximo, en dirección a la batería de cañones que se encuentra en la falda del mismo.

Los primeros indicios apuntan a que la lancha estaría vinculada a una organización arousana: la investigación sospecha que había salido hacía poco de Arousa con destino a Portugal o bien que ya estaba de regreso. Por razones desconocidas, o incluso por la espesa niebla que registraba la zona al abrir el día, los tripulantes decidieron dejar en llamas la embarcación.

Efectivos de la Policía Local de Baiona y del Grumir Val Miñor, además de las embarcaciones de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil accedieron enseguida al lugar para apagar el fuego y remolcar la barca calcinada hacia el puerto pesquero de Baiona. La operación duró toda la mañana y atrajo a cientos de personas: conductores y ciclistas en Cabo Silleiro y vecinos y visitantes en el puerto pesquero. El casco de la lancha quedó así amarrado a una farola del muelle pesquero baionés por la proa y a un noray por la popa, en posición vertical. Al cierre de esta edición, todavía se encontraba en el mismo punto, a la espera de que las autoridades decidan trasladarlo. Mientras tanto, se contaban por decenas los curiosos que se acercaron a verlo durante toda la jornada.