Un velero con 250 kilos de cocaína, apresado a 600 millas de A Coruña cuando navegaba hacia Reino Unido, hizo ayer su entrada en el puerto de Vigo –el más próximo al punto de aprehensión– fuertemente escoltado por los patrulleros Fullmar y Halcón del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA). El barco pertenece a una red internacional asentada en la Costa del Sol desde donde negociaban la adquisición de droga en Sudamérica, gestionaban su transporte hasta Europa y su posterior distribución a otras organizaciones de compradores de distintos países, principalmente Holanda. La red contaría con distintos establecimientos comerciales en los paseos marítimos de Marbella y Fuengirola para blanquear el dinero del narcotráfico.

La operación antidroga desarrollada por el Greco de la Policía Nacional en colaboración con el SVA de Cádiz y el SOCA británico, ha permitido la detención de 8 personas en España, dos en el barco y otras 39 en Reino Unido.

Picar cemento

Encontrar la droga en el velero, que navegaba sin folio ni nombre aunque finalmente fue identificado como el Dolphin Dance, no fue fácil. El alijo iba oculto en tres compartimentos –proa, popa y centro– y tapado con cemento a modo de lastre de la embarcación. De hecho, la cocaína se encontró en el puerto vigués, donde los agentes tuvieron que picar el cemento. Debajo, perfectamente empaquetados, estaban los bloques de cocaína, que habrían alcanzado en el mercado negro un valor superior a los 9 millones de euros.

A bordo del barco fueron detenidos dos tripulantes británicos, uno de ellos conocido de las fuerzas antidroga españolas porque tendría antecedentes policiales. La juez de guardia de Vigo los envió a prisión y se inhibirá en favor del juzgado del Puerto de Santa María (Cádiz) que coordina la operación.

A la vez que el velero era apresado en el Atlántico, en tierra se procedía a la detención de otras ocho personas en Málaga y Cádiz. Tres de ellos son españoles, aunque también hay británicos, colombianos y un italiano.

Además de registrar diez viviendas, los agentes intervinieron tres locales comerciales: una tienda de compra venta de automóviles, un restaurante en el paseo marítimo de Marbella y un café en el paseo marítimo de Fuengirola. Estos negocios serían utilizados por la organización desarticulada para blanquear los beneficios provenientes del narcotráfico, según la investigación.

En concreto se han intervenido en España 300.000 euros en efectivo, 18 turismos de alta gama, una moto de agua, una pistola, un revólver, 20 equipos informáticos, más de 60 teléfonos móviles y abundante documentación.

En el marco de esta operación antidroga, denominada "Candeligth", los agentes del SOCA británico (Serious Organised Crime) han arrestado a un total de 39 personas y se han incautado de más de 3.000 kilos de hachís, 39 de heroína y varios envíos de drogas de síntesis. La operación internacional sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.

De Colombia a Reino Unido pasando por las Antillas

La investigación sobre esta organización de narcotráfico a gran escala comenzó en 2007, cuando se detectó que pretendían realizar transportes de estupefacientes tanto en embarcaciones como a través de contenedores desde Colombia a España y a otros puntos de Europa, según explicó el jefe del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado de Cádiz, que realiza la investigación junto a Vigilancia Aduanera. Su "modus operandi" consistía en trasladar la droga por mar hasta la costa, donde ocultaban los alijos un tiempo antes de almacenarlos en otro lugar.

La red permaneció parada casi un año, pero el pasado mes de enero retomó sus movimientos. La Policía identificó a los cabecillas de la organización, asentados en la Costa del Sol y tras intervenir más de 150 líneas telefónicas localizó al resto de los integrantes. Desde el pasado mes de marzo, según fuentes policiales, varios miembros del grupo viajaron a distintos países de Sudamérica –Colombia, Costa Rica, Venezuela o Las Antillas Holandesa– contactando con diferentes proveedores.

Los investigadores localizaron en mayo la embarcación que pretendían utilizar, el Dolphin Dance, que tiene casi 10 metros de eslora y un solo palo, en San Martín (Antillas Holandesas), más tarde en el puerto de Antioquía (Colombia) –donde cargó los 250 kilos de cocaína– y finalmente en la isla de Antigua, desde donde zarpó hacia Europa, concretamente hacia el Reino Unido.

En la escala que el velero realizó en Azores, las fuerzas antidroga españolas prepararon el dispositivo para el abordaje. El jueves pasado, con la participación del patrullero Fullmar de Vigilancia Aduanera y el apoyo de medios aéreos de los ejércitos español e italiano se procedió al abordaje del Dolphin Dance mientras navegaba a vela, para no llamar la atención, a unas 600 millas de Fisterra y 300 de Irlanda.