Un claro ejemplo de velocidad excesiva. Un radar de la Guardia Civil ha sorprendido a un joven motorista vigués circulando a 143 kilómetros por hora por un vial de Baiona donde la velocidad límite está establecida en 20 kilómetros al ser una zona en obras. Una conducta que es delito y que sentará al piloto en el banquillo de los acusados el próximo lunes.

La infracción se detectaba concretamente a las 18.45 horas del martes en el punto kilométrico 19,200 de la carretera PO-552, a la altura de Baiona. El radar, según informó la Guardia Civil de Pontevedra, detectó como una motocicleta iba a 143 kilómetros por hora en una carretera donde normalmente no se puede circular a más de 50 y que, además, en la actualidad tenía el límite en 20 -debidamente señalizado- por las obras que se estaban realizando en la calzada. Una patrulla del Instituto Armado procedió a identificar al conductor del vehículo, que resultó ser J.M.U.D., un vecino de Vigo de 31 años.

La Guardia Civil imputó al joven un supuesto delito contra la seguridad vial y remitió las diligencias al Juzgado de Instrucción Número 6 de Vigo -que estaba de guardia-. El juicio rápido por estos hechos se celebrará el lunes día 27.

El joven se enfrenta a penas de prisión ya que desde la reforma penal en materia de tráfico, superar en 80 km/h la velocidad límite en vías interurbanas -y en este caso se superó en 123 km/h- es delito. La normativa fija penas de tres a seis meses de cárcel, o bien como alternativa a criterio del juez una multa de seis a doce meses y entre 30 y 90 días de trabajos en favor de la comunidad. Además, se retirará el carné entre uno y cuatro años.