Autovía de O Salnés, son las 12,17 horas del sábado día 11, en plena Semana Santa. Los constantes anuncios de la Dirección General de Tráfico acerca de la necesidad de extremar la precaución al volante a lo largo de estos días de vacaciones sirven de bien poco para E. P. R., una joven de 18 años, vecina de Vilagarcía, a la que un radar de la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra “caza” circulando con su coche a 179 kilómetros por hora en la AG-41, la autovía de O Salnés.

El cinemómetro que detectó este coche a una velocidad endiablada estaba ubicado a la altura del kilómetro 14,900, en el término municipal de Sanxenxo, un punto en el que la velocidad, como en el resto de la autovía, está limitada a 100 kilómetros por hora. Pero es que además, cuando los agentes de Tráfico lograron identificar a la persona que se encontraba al volante comprobaron que todavía no hacía un año que se había sacado el carné. Era conductora novel y, por lo tanto, tiene prohibido circular por cualquier vía a más de 80 kilómetros por hora, de tal forma que conducía el coche a más del doble de lo permitido por la ley, informaron fuentes de la Comandancia.

Por lo tanto, la patrulla notificadora del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil procedió a imputarle un supuesto delito contra la seguridad vial. Las diligencias abiertas fueron remitidas al juzgado de Instrucción Número 4 de Cambados, que celebró un juicio rápido ayer mismo quedando la mujer, según indicó la Guardia Civil, en libertad con cargos.

El año pasado otros 11 conductores en toda la provincia fueron llevados ante un juez por un delito contra la seguridad del tráfico motivado por el exceso de velocidad. La mayoría de los que comparecen en el juzgado lo hacen por alcoholemias o por conducir sin carné.

Por otra parte, es el tercer caso en apenas unos días de jóvenes que muestran una conducta irresponsable al volante. También el sábado, en Sanxenxo, otro joven de 18 años huyó de la Policía Local llegando a alcanzar velocidades de al menos 150 kilómetros/hora y el miércoles un ourensano de sólo 20 años y que no tenía el permiso de conducir que protagonizó otra accidentada huida de la Policía Nacional por el centro de Pontevedra.