Una importante inversión económica que ya ha dado sus resultados. El alijo de 414 kilos de cocaína hallado en un contenedor de merluza congelada es el primero que detecta el escáner del puerto de Vigo desde que fue estrenado a finales del pasado año. Las nuevas tecnologías han permitido dejar fuera del mercado una notable cantidad de droga que llegó a la ciudad olívica en un barco procedente del puerto peruano de El Callao y que se cree que tenía como destino final Barcelona. El escáner ubicado en el muelle de Guixar es único en la comunidad gallega y sólo existen cinco más de similares características en otros puertos españoles. El aparato consta de un arco móvil con capacidad de radiografiar los bultos que se transportan en los contenedores: así se puede detectar droga que llega mediante el “gancho ciego”, como ha sido este caso, o incluso tabaco de contrabando.

La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación de un caso que cayó en manos del Juzgado de Instrucción Número 3 de Vigo, que se encontraba de guardia el pasado lunes, cuando se produjo el hallazgo. Un control rutinario con el nuevo escáner -consistente en un arco móvil de casi cinco metros de alto que explora los bultos que van dentro del contenedor- permitió detectar la droga. El alijo -los 414 kilos suponen el peso total incluido el embalaje- estaba repartido en 23 cajas que estaban pegadas a la puerta de la estructura, lo que extrañó a los investigadores, que sospechan que esto significa que la cocaína se introdujo en el contenedor a última hora. Otro dato importante, que parece indicar que los responsables del alijo no son precisamente aficionados, es que todas las cajas estaban forradas con papel de calco por dentro.

As Pontes

La droga, una vez sea analizada, será trasladada hasta la central térmica de As Pontes -como suele ser habitual en estos casos-, donde será totalmente destruida. Esto se producirá previsiblemente la próxima semana. Lo que todavía no está claro es el destino de las quince toneladas de merluza que eran transportadas en el contenedor como mercancía legal. La juez instructora pidió que el pescado fuese donado en el servicio de beneficencia de Vigo y del resto de la provincia pontevedresa, pero se le comunicó que se procederá a su destrucción. El pescado, al parecer, fue analizado para comprobar si se encuentra en buen estado. Generalmente, estos productos aguantan hasta tres días en congeladores. La magistrada, ante esta situación, ha remitido oficios a Sanidad Exterior y a la Guardia Civil Fiscal del puerto de Vigo, entre otros, para obtener una respuesta inmediata de los motivos por los que la merluza va a ser destruida.

El hallazgo de este alijo entre pescado congelado se une a otros encontrados en los últimos años en el puerto vigués. Uno de los casos más recientes se produjo el verano pasado, cuando aparecieron 200 kilos de cocaína escondidos entre papayas.