El médico del 061 que atendió al niño de 4 años fallecido por ahogamiento en la piscina del colegio Liceo La Paz de A Coruña explicó a la juez del caso que, en su opinión, el pequeño estuvo unos diez minutos en el agua, lo que impidió que las obras de resucitación diesen el resultado deseado. El sanitario Pablo López declaró ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña que, cuando llegaron a la piscina, el fallecido estaba desde hacía bastante tiempo en parada cardiorespiratoria, aunque no pudo precisar cuánto, pues en el centro no les pudieron decir el tiempo que pasó bajo el agua. Dijo que el personal que lo recibió le contó que habían encontrado al alumno en la piscina, es decir, que nadie vio en qué momento se ahogó.

Cuando los servicios médicos llegaron al centro, había junto al cuerpo una persona que le estaba haciendo el masaje para tratar de que su corazón volviese a latir y varios monitores, aunque el médico desconoce quiénes eran. Según contó a la juez, tardaron unos tres minutos en llegar al Liceo desde que recibieron la llamada desde la central que coordina los avisos, ya que su base se encuentra en Eirís, cerca del barrio de Matogrande, donde se ubica el centro educativo.

Pablo López insistió en que “la medicina no es una ciencia exacta”, pero explicó que, por lo habitual, cuando una persona lleva menos de diez minutos en parada respiratoria es bastante habitual que sobreviva, de ahí que haya concluido que el fallecido estuvo más tiempo sin recibir ayuda. También ha llegado a esta conclusión por el aspecto que presentaba el menor. Por su color, temperatura y aspecto de la piel, el médico supone que estuvo bastante tiempo bajo el agua.

Los servicios médicos estuvieron cerca de 50 minutos tratando de reanimar al pequeño Diego Novo. Prolongaron el soporte vital avanzado más de lo habitual por las características de la víctima. “Cuando se trata de niños, siempre cuesta más darse por vencido”, dijo el médico. Antes que él declaró la enfermera que acudió a la piscina en la misma ambulancia.

Más testigos

El tercer ocupante del 061, identificado como camillero, no fue llamado a declarar, aunque la juez podría decidir citarlo como testigo tras escuchar a sus compañeros. El médico y la enfermera indicaron en su comparecencia que él fue el primero en llegar a la piscina, pues entró por una puerta diferente a la que utilizaron sus compañeros.

El letrado de la familia, José Luis Gutiérrez Aranguren, comentó tras la declaración que, por las palabras de los facultativos del 061, “parece quedar claro que el accidente no fue cuestión de segundos y que el menor estuvo bastante tiempo en el agua sin que nadie se diese cuenta”. Aunque el abogado recordó que sólo ha estado presente en las declaraciones de ayer, cree que las personas encargadas del cuidado de los alumnos pudieron haber incurrido en un delito de homicidio por imprudencia.

El jurista reconoció que, por el momento, no está claro lo que pasó. Según las declaraciones prestadas por el personal del colegio en comisaría, deduce que la víctima tuvo que salir del agua para ir al baño o porque la clase se había acabado y que regresó sin que nadie se diese cuenta. Un monitor, según explicó, es el encargado de poner en fila a los niños y llevarlos hasta las duchas. Después de pasar por el baño son recogidos por la profesora que se encarga de vestirlos. Fue en ese momento cuando echaron en falta a Diego Novo. Según contaron los monitores, los alumnos se cuentan antes de entrar al agua y cuando están vestidos, pero no en el momento que salen del agua.