Manuel Carballo, uno de los narcos gallegos más buscados, falleció el jueves por la tarde en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña. El histórico contrabandista de Vilanova de Arousa, de 74 años, había sido trasladado el miércoles desde la prisión coruñesa de Teixeiro al hospital para someterse a una intervención quirúrgica. “En los últimos años, había tenido ya problemas cardiacos. Ahora, estaba pendiente de un cateterismo”, comentaron ayer desde el penal coruñés, donde Carballo cumplía condena desde enero de 2008. Para someterse a esa revisión programada, fue trasladado al centro hospitalario, pero no superó la intervención.

De los 17 años a los que había sido condenado por haber participado en la financiación de un alijo de dos toneladas de cocaína interceptado en 1991, todavía le quedaban por cumplir otros ocho. Antes de escuchar la sentencia, Carballo huyó de la Justicia y estuvo tres años fugado en Suramérica, Portugal y las localidades pontevedresas de Portonovo y Vilanova, su localidad natal. Las fuerzas de seguridad llegaban al lugar en el que Carballo había establecido su residencia, pero no hallaban ni rastro de él. Su fuga concluyó en abril de 2006. Pero fue por decisión propia. El histórico narco gallego se entregó en la cárcel pontevedresa de A Lama. Entonces tenía 71 años.

Su entrega con esa edad fue interpretada como una estrategia para hacerse con el beneficio que concede el Código Penal que permite adelantar la libertad condicional a quienes superan los 70 años, antes de cumplir las tres cuartas partes de la pena, cumpliendo con los requisitos del tercer grado y contando con un informe favorable por buen comportamiento dentro del penal.

Manuel Carballo, de la quinta de Los Charlines o de Laureano Oubiña, tiene un largo historial vinculado al contrabando y el tráfico de drogas. Aunque era considerado financiero y capo de la organización dirigida por el abogado y ex secretario de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, Pablo Vioque Izquierdo — fallecido en diciembre del año pasado a causa de un cáncer—, Carballo presumía de no haberse dedicado nunca al contrabando de drogas y llegó a dejar entrever enfrentamientos por tal motivo con su hijo Daniel, asesinado a los 38 años por un asunto de drogas. Fue en 1993 cuando, su hijo, ex lugarteniente de José Prado Bugallo, Sito Miñanco, y procesado en el sumario de la operación Nécora, fue abatido a tiros en un pub de Vilagarcía en un ajuste de cuentas por temas relacionados con el narcotráfico.

La hermana de Carballo, Carmen, sufrió un ajuste de cuentas y quedó tetrapléjica tras delatar a Los Charlines. Tres sicarios colombianos la tirotearon junto a su marido, un narco arrepentido, que falleció a consecuencia de los disparos.

El alijo del “Dobell”

Actualmente Carballo cumplía condena por un alijo de dos toneladas de cocaína procedente de Colombia que fue inteceptado en el año 1991 en el barco Dobell en las costas de Cedeira. Por esta operación, la Audiencia Nacional también condenó al abogado Pablo Vioque. La Justicia impuso al narco vilanovés 17 años de prisión y el pago de 1.200.000 euros por considerar probado que fue uno de los que financiaron la operación de narcotráfico.

En noviembre del año 2001 la Sala Segunda de la Audiencia Nacional decretó el embargo de 1,8 millones de dólares (unos dos millones de euros) que Carballo tenía depositados en una cuenta secreta en Suiza. La cuenta, que había sido abierta en 1993, fue localizada por las autoridades judiciales suizas que inmediatamente informaron a las españolas a través de Interpol.

En marzo de 2008 Carballo y la esposa de Vioque fueron absueltos de un delito de blanqueo de capitales del que habían sido acusados. El fiscal solicitó en aquella ocasión seis años de prisión para Carballo. El tribunal estimó que no quedó probado que el acusado canalizara las ganancias del trafico de drogas a través de las sociedades Carson, Bateas Carballo o realizara ingresos en cuentas bancarias.