El cadáver en avanzado estado de descomposición que fue hallado el pasado 13 de eneropor un pesquero de Ferrol, se corresponde con el de María Teresa Troncoso, una mujer de 43 años, madre de tres hijos y vecina de Nigrán (Pontevedra), cuya familia denunció su desaparición el pasado mes de noviembre. La mujer, al parecer, no se presentó en el punto de encuentro donde debía verse con su ex pareja y la hija de ambos de tres años, ni contestaba a las llamadas de teléfono de sus allegados. Los primeros indicios apuntan que pudo haber sido asesinada.

El pasado día 13 de enero, en la ría de Ares, el pesquero Cayonesa II localizó enredado en su aparejo un cadáver, prácticamente un esqueleto. Inmediatamente, un equipo de agentes de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación, en la que colaboraron los forenses del Juzgado de Ferrol, además del personal del Instituto de Medicina Legal de Galicia, ya que el estado de descomposición en el que se encontraba el cadáver hizo necesario realizarle numerosos análisis y una prueba de ADN para poder averiguar a quién pertenecía.

Finalmente, los investigadores determinaron que se trata de María Teresa Troncoso. Además de por las pruebas realizadas por los médicos forenses, la víctima pudo ser reconocida también gracias a las prendas de ropa que llevaba y a una medalla con sus iniciales.

Investigación

Los agentes investigan las causas de su muerte, y aunque los únicos signos de violencia aparentes que se encontraron en el cuerpo estaban en la ropa -una de las prendas estaba perforada, como si le hubiesen asestado una puñalada-, todo apunta a que se trata de un homicidio o asesinato. Se ha descartado que la mujer muriese a causa de un accidente o que se arrojase ella misma al mar. De hecho, se realizan rastreos para localizar el barco utilizado para deshacerse del cuerpo en la ría.

La investigación para dar con el autor de la muerte se centra en el entorno sentimental de María Teresa Troncoso. De momento, los agentes han interrogado al padre de su hija pequeña, que reside en Ferrol, y a la hija de la fallecida -que identificó la medalla- y la Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis.

El ADN de su hija de 3 años, clave para la identificación

La esqueletización del cuerpo enredado en los aparejos del pesquero Cayonesa II impidió a los forenses una autopsia al uso y fueron precisas pruebas antropológicas y de ADN para identificar a María Teresa Troncoso. Los investigadores utilizaron como referencia el ADN_de su hija de 3 años, fruto de su relación con un vecino de la comarca ferrolana al que conoció cuando trabajaba como camarera en Ferrol y Ares.

Tras el nacimiento de esta niña la pareja se separó, y ella regresó al domicilio familiar de Nigrán, donde ya residían sus dos hijos adolescentes con la abuela, según explicaban ayer sus familiares. El padre de la pequeña solía acudir a Nigrán para que la niña mantuviera el contacto, según explicaron algunos vecinos que solían hablar con él.

Ni los hijos de María Teresa ni su madre, refugiados en la vivienda familiar, quisieron hacer ayer valoraciones sobre el trágico suceso. La Guardia Civil les comunicó el martes el resultado de la identificación de los restos, pero la familia guarda un prudente silencio a la espera de que se esclarezca pronto lo ocurrido y con la confianza de que el autor del crimen pueda ser detenido en los próximos días, ya que las investigaciones dirigidas por el Juzgado de Instrucción 1 de Ferrol estarían muy avanzadas.