La presencia de la mafia italiana enVigo va camino de dejar de ser algo excepcional.El hasta ahora fugitivo Marco Assegnati no es el primer capo que se asienta en la ciudad olívica para desarrollar sus actividades ilícitas.

Ya hay al menos otros dos precedentes: el golpe asestado este pasado mes de julio a una red en la que supuestamente operaban la camorra napolitana y la Cosa Nostra siciliana que se saldó con catorce personas arrestadas y el caso de Carmine Rispoli, un importante jefe de la camorra que cayó en Sitges y que pasaba largas temporadas en la ciudad olívica, donde tenía alquilado un piso de lujo.

El golpe que permitió detener este julio a 14 personas fue desarrollado por el Grupo especial contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil y dirigido por el Juzgado de Inst r u c c i ó n Número 4 de Vigo. El operativo se saldó con la desarticulación de una mafia italiana que se había asentado en Vigo, donde varios capos dirigían florecientes negocios de tráfico de drogas, tráfico de armas,mujeres explotadas para la prostitución y blanqueo de capitales procedentes de sus ilícitos negocios: se calcula que en un año habrían blanqueado desde la ciudad más de dos millones y medio de euros.

La organización se abastecía de heroína y cocaína en Italia y la distribuían en Galicia y el norte de Portugal.

Las armas las conseguían en el centro de Europa. Entre los arrestados estaba el supuesto lugarteniente gallego de los capos y varios testaferros que movían el dinero a través de oficinas de correos o con empresas pantalla. La red tenía pisos de lujo alquilados en el centro de Vigo y los supuestos líderes disfrutaban de un alto nivel de vida.

Lujo

El caso de Carmine Rispoli se remonta a junio de 2006.A sus 38 años y considerado uno de los máximos capos de la camorra napolitana, fue detectado en Vigo tras despertar sospechas por haber pagado al contado el alquiler anual de un piso de gran lujo en la zona de la Plaza de Compostela y comprar, también tras abonar al contado 67.000 euros, un Porsche en un concesionario de la ciudad.

Con otra persona había adquirido material pirotécnico por valor de 2.500 euros y organizó unos espectaculares fuegos artificiales que también lo delataron. Era el jefe del clan Di Lauro y fue arrestado cuando entraba en un supermercado de Sitges.