La parroquia de Romai, en el concello pontevedrés de Portas, fue escenario en la madrugada de ayer de un nuevo episodio dramático de violencia de género. José Torrado Núñez, de 49 años, fue detenido después de estrangular a su esposa, María del Carmen Barcala Rebolo, de 42, con la que había tenido una fuerte discusión durante la noche en el domicilio familiar. La Guardia Civil capturó al agresor, que no opuso resistencia, en un cruce de carreteras a un kilómetro del lugar de los hechos. Según informó el Instituto Armado, en el momento de la detención el homicida admitió ante los agentes los hechos, que se produjeron mientras los seis hijos de la pareja dormían en la misma casa. La familia residía desde el pasado verano en Portas en una vivienda unifamiliar, a la que se había trasladado desde Rubiáns (Vilagarcía).

Los hechos se produjeron alrededor de las cuatro de la madrugada. Todos los indicios apuntan a que el hombre estranguló con sus propias manos a su mujer, que llegaba de trabajar desde un restaurante cercano. Según fuentes de la investigación, el marido no aceptaba el trabajo de su víctima ni el horario, por lo que se entabló una discusión que acabó con el fatal desenlace. A las cinco de la madrugada uno de los hijos de la pareja alertó al 112 de que su madre había sido agredida violentamente por su padre. El joven sintió un fuerte portazo que le despertó. Según el testimonio del chico, la pareja ya había tenido una fuerte discusión el miércoles por similares motivos. El marido no quería que su esposa siguiese con su trabajo en el restaurante y el detonante del crimen fue cuando ella decidió acudir a la cena de empresa en la noche de ayer pese a la oposición de su cónyuge. A su regreso, Torrado esperó a que su esposa saliese de la ducha para iniciar la discusión que acabó con la vida de María del Carmen Barcala.

Confesión a los agentes

El agresor abandonó la casa después de perpetrar el crimen para deambular durante unos minutos hasta encontrarse con la patrulla de la Guardia Civil. Fuentes policiales explican que "el hombre estaba bastante tranquilo y desde un primer momento confesó que había matado a su mujer". Los vecinos no se apercibieron del suceso hasta la llegada de los medios de comunicación al lugar, y coinciden en señalar que eran un "matrimonio modelo" y que "nadie se esperaba que pudiese ocurrir algo así".

La familia llevaba menos de un año en Portas. El presunto asesino, que actualmente se encontraba en el paro, no veía con muy buenos ojos el reciente empleo de su esposa en el Restaurante San Martín 2, en la carretera que une Vilagarcía con Pontevedra. María del Carmen concluía su jornada laboral por la noche, a veces a altas horas. Las primeras pesquisas confirman la versión del vástago, una acalorada discusión por supuestos celos. "Ella era una mujer muy agradable. Era guapa y elegante. Pienso que tuvo que ser por celos", dice Ramón Outón, dueño del comercio más cercano al lugar de los hechos.

El sospechoso permaneció ayer en las dependencias de la Guardia Civil en Pontevedra, y todo apunta a que en la mañana de hoy será puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Número 2 de Caldas de Reis.

Llegados de Arousa

José Torrado y María del Carmen Barcala tenían seis hijos. Él es natural de Ousensa, en la parroquia de Caleiro (Vilanova de Arousa) y su mujer era de Rubiáns (Vilagarcía), de donde se trasladaron a Portas el verano pasado, por lo que no eran muy conocidos en la parroquia de Romai. Sus dos hijas menores, de 8 y 14 años, acuden al colegio de Portas desde el mes de septiembre. El mayor tiene 22 años. El entierro de la mujer será esta tarde en Rubiáns.