La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, reconoció hoy que existen "normas dispersas sobre los protocolos de actuación" en la utilización de los sistemas GPS de control de presos, pero aseguró que ahora se están "unificando y complementando" y defendió que los funcionarios al frente de este sevicio "obviamente" saben "lo que se tiene que hacer perfectamente".

Gallizo volvió a admitir hoy, en declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, que el fallo por el cual no se detectó que Maximino Couto, el preso que presuntamente mató a su novia el pasado sábado en Pontevedra, se había quitado la pulsera GPS que llevaba se debió a un "error humano", pero, sin querer "prejuzgar" cómo tuvo lugar, insistió en que no es cierto que el sistema de GPS no esté regulado.

"Desde el mismo momento que se establece este sistema, como es natural, se indica cuál es su funcionamiento y qué es lo que hay que hacer --afirmó.-- Sería una tontería que pusiésemos una tecnología tan compleja y tan costosa como ésta sin que quienes están a su cargo supiesen qué es lo que tienen que hacer".

La directora de Prisiones no adelantó qué medidas se tomarán si se demuestra que ha habido una negligencia, porque, explicó, no quiere "prejuzgar ninguna cosa" antes de que se culmine la "investigación" y se determine "por qué se ha producido ese error" humano y "cuáles son las circunstancias".

Además, indicó que a ella lo que le "interesaba en primer lugar" era comprobar si el problema fue del dispositivo, aunque reconoció que cuando se ponen "cautelas añadidas a las otras cautelas que debe llevar una persona cuando está de permiso y puede representar un riesgo, si falla uno de esos elementos tenemos que preocuparnos mucho porque quiere decir que el sistema no va bien".

"Un dispositivo añadido"

En cualquier caso, Gallizo insistió en que el GPS es "un dispositivo de cautela añadido", a los "diversos sistemas de control" que se establecen cuando se conceden permisos carcelario. En el día de ayer, había tres personas en todo el país controladas por este sistema, dijo.

"El primero es advertir a la Policía y a los servicios de la comunidad de atención a las víctimas de que se va a producir la salida, con tiempo para que se puedan activar mecanismos de control", explicó. Además, continuó, el preso debe presentarse diariamente a la Policía.

El GPS se utiliza para "reforzar los elementos de control", informando de la localización de la persona sobre la que pesa una orden de alejamiento y que no debe acercarse a un determinado radio. En el caso de la prisión de A Lama, aseguró que "se extreman todo tipo de controles", porque "ha tenido algunos incidentes con algunas personas de permiso", no por las "razones" del del pasado fin de semana, y el juez de vigilancia "tiene ya esa experiencia". En todo caso, Gallizo aseguró que el sistema penitenciario "es muy restrictivo en la concesión de permisos a personas que pueden representar un riesgo para otras personas".

Por lo que se refiere al supuesto alarde que habría hecho en prisión Couto acerca de sus intenciones de matar a su ex esposa, la secretaria de Instituciones Penitenciarias aseguró que en su departamente no hay "constancia" de estas manifestaciones, ya que los funcionarios que tenían trato directo con el presunto asesino "no han referido en ningún momento" estas intenciones.

"Desde luego, (de haber sido así) hubieran hecho un informe como es su obligación para advertir de la actitud de esta persona, porque los funcionarios hacen informes habitualmente sobre los internos que están a su cargo", afirmó, para después subrayar que sobre Couto "no consta ningún informe".

De 209 presos en 2004 a 6.560 en 2008

Gallizo destacó que la Ley contra la Violencia de Género es una ley "pionera" en Europa y subrayó que España es el país de la UE con "más personas en prisión" por estos motivos. De hecho, resaltó que mientras en 2004 había 209 personas en prisión por delitos de violencia de género, "en este momento hay 6.560".

"Una parte del incremente que se ha producido viene de esta nueva ley, que está hecha para proteger a las víctimas y para evitar que la violencia de género tenga esas consecuencias trágicas", remachó, para después asegurar que el Gobierno está haciendo un esfuerzo "extraordinario" en este sentido, para "hacer nuevas infraestructuras y en poner en marcha programas de tratamiento que eran inexistentes y que hoy existen en la práctica totalidad de las prisiones españolas".

Además, dijo, en el exterior, se están "volcando" todos los esfuerzos en dar "un mayor nivel de protección" a las víctimas. No obstante, Gallizo reconoció que es "un tema dificilísimo" y que habra¿que "medir los éxitos a medio o largo plazo", porque "se trata de hacer un trabajo muy intenso".