El Subdelegado del Gobierno en Pontevedra,Delfín Fernández, mostró ayer su“apoyo y solidaridad” a las víctimas de los últimos robos en domicilios que se han producido en la provincia. No obstante,matizó que ese apoyo y comprensión “debe traducirse en responsabilidad”,por lo que aseguró que tanto Policía Nacional como Guardia Civil “están trabajando intensamente en estos hechos”.

Fernández no ocultó que la investigación“va a ser complicada”, pero añadió que para resolver estos delitos“estamos movilizando todos los recursos propios” de Galicia, así como“aquellos que podamos recibir de fuera, sobre todo de profesionales con experiencia”en este tipo de delitos, puesto que “esto que está ocurriendo en A Coruña y Pontevedra ya ha sucedido con anterioridad en otras partes de España”.

El subdelegado reconoció la existencia de estos “grupos muy profesionalizados, itinerantes, con gran movilidad y que estudian los golpes que dan y los dan con bastante certeza de que van a obtener un resultado”.

No obstante, señaló que estas afirmaciones pueden trasladar un mensaje a la población de alarma que él no pretende transmitir: lo que solicita a la ciudadanía es “calma, pero una calma activa,no pasiva”. Fernández pide “tranquilidad, ya que creo que se ha demostrado durante años que tenemos una Policía y una Guardia Civil muy eficaces” pero añade que hay “una serie de precauciones y cautelas que debemos tomar todos porque los tiempos han cambiado”.

Además de los robos en viviendas en Mourente,Vigo y Poio, la Policía Nacional investiga también otro en la casa de un constructor de Marcón. Los ladrones también actuaron en un concesionario, así como en dos mueblerías.

En la autopista

Por otra parte, tres encapuchados asaltaron la pasada madrugada una estación de servicio de la AP-9 en Ordes,en dirección A Coruña,y lograron un botín de casi 3.000 euros tras encerrar en un baño al camarero que se encontraba en esos momentos en las instalaciones. Los ladrones, que forzaron las cerraduras para acceder al lugar, se llevaron el dinero que estaba en la caja registradora y en una máquina tragaperras. Uno tenía acento de un país del Este.