Los dos jóvenes procesados por apalear y quemar viva a una indigente en un cajero de Barcelona en 2005 han sido condenados a 17 años de prisión cada uno por un asesinato con alevosía y otro de daños, así como a indemnizar a la familia de la víctima con 46.000 euros y a La Caixa con 26.719 euros por los desperfectos ocasionados.

La Audiencia de Barcelona considera que el fuego, especialmente, cuando se utiliza con acelerantes, "es un medio esencialmente alevoso" porque denota "de manera inequívoca" la intención de asegurar el delito anulando las posibilidades de defensa de la víctima. Es por ello que ha rechazado la agravante de ensañamiento que solicitaba la parte acusatoria --que pedía 25 años por el delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y otros tres por daños-- al considerar que el fuego era un medio especialmente cruel. Además, y "a pesar de que María Rosario E.P. tardase en morir 24 horas de agonía", la Sección Décima entiende que no concurre la agravante de ensañamiento porque los acusados no actuaron "de modo deliberado y consciente" para aumentar el sufrimiento de la víctima.

Según ha declarado probado la Sección Décima y como se puede ver en el vídeo de seguridad del cajero, la agresión se inició entre las 1.38 y las 1.44 horas del 16 de diciembre de 2005, cuando Ricard P.B. y Oriol P.S. lanzaron varios objetos, como una naranja y una botella de plástico, a María Rosario E.P., que se había refugiado en un cajero de la calle Guillem Tell para pasar la noche.

Tras un breve forcejeo, la mujer logró cerrar el pestillo, pero volvieron más tarde acompañados del menor J.J.M.R. --ya condenado a ocho años de internamiento--, y "urdieron una trampa" para lograr que les abriera la puerta. El joven, al que la víctima no conocía, le pidió que le abriera para extraer dinero y María Rosario E.P. accedió.

Los acusados --que durante el juicio pidieron perdón a la familia de la fallecida y dijeron que sólo querían darle "un susto"-- y el menor entraron con "objetos contundentes" como tubos de cartón rígido y duros que encontraron en un saco de escombros cercano y golpearon a la mujer "repartiéndose entre sí los alternativos papeles agresores" hasta que salieron instantes más tarde.

Sobre las 4.10 horas, los tres regresaron con un bidón --en el que había "como mínimo" cinco litros de disolvente--, que cogieron del andamio que cubría el inmueble, que estaba siendo restaurado, y que olieron "para confirmar la certeza de la clase de sustancia de que se trataba". Ricard P.B. entró fumando en el cajero junto al menor J.J.M.R., quien portaba el bidón, y Oriol P.S. se quedó fuera sujetando la puerta abierta, "garantizando así la inmediata huida". Mientras, J.J.M.R. empezó a verter "a escasa distancia" parte del líquido, pero, como la garrafa pesaba, "se le venció" y se derramó "su contenido casi por completo". Ricard P.B. esperó a tirar la colilla hasta que el menor llegó a la puerta.

En las imágenes del vídeo, puede verse a los acusados "sonrientes" tras la potente deflagración y abandonando el lugar sin auxiliar a la víctima ni llamar a los servicios de emergencias, que llegaron minutos más tarde y encontraron a la mujer aún con vida.

María Rosario E.P. fue trasladada al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde murió el sábado por la mañana de un fallo multiorgánico, causada por las quemaduras de segundo y tercer grado que sufría en el 65% de su cuerpo --brazos, piernas, cuello, cráneo, tórax, espalda, glúteos y zona genital-- y por tener la cara totalmente quemada. También presentaba contusiones y hematomas.

Con todo, el tribunal ha condenado a Ricard P.B. y Oriol P.S. a 16 años de prisión por asesinato con alevosía y a otro año de cárcel cada uno por el delito de daños. Además, deberán indemnizar a La Caixa con 26.719 euros por los desperfectos ocasionados, y con 46.000 euros a la madre y a la hija de María Rosario E.P., quienes "no la habían abandonado, si bien por el propio proceso de desocialización no alcanzaron a prestarle más ayuda" que obtener una pensión para ella.