El Gobierno de México carece por ahora de indicios de que el accidente aéreo que el martes costó la vida al ministro del Interior, Juan Camilo Mouriño, y a otras doce personas en la capital del país fuera consecuencia de un atentado.

"Hasta el momento no se han detectado indicios que permitan formular hipótesis diferentes a las de un accidente", dijo en una rueda de prensa el ministro de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, sobre el siniestro, que causó además 13 heridos.

De las transcripciones iniciales se deduce que el acercamiento de la aeronave se realizaba "dentro de los parámetros establecidos para la aproximación y el aterrizaje", añadió el ministro mexicano.

Téllez declaró que las condiciones meteorológicas eran buenas y que "no existió ninguna llamada de emergencia por parte del piloto", que tampoco se comunicó antes de estrellarse con ningún familiar, como sostuvo una periodista en la rueda de prensa.

"Hasta ahora lo que se tiene es que el avión cayó en tierra y en tierra se dio la explosión", añadió. Junto a Mouriño perecieron su asesor para temas de seguridad, José Luis Vasconcelos; la directora de Información de la Secretaria de Gobernación (Ministerio del Interior), Norma Diez; el portavoz de la institución, Miguel Monterrubio, y el coordinador de esa cartera, Arcadio Echeverría.

También fallecieron el piloto Martín Jesús de Oliva, el copiloto Álvaro Sánchez, el capitán Julio César Ramírez y la sobrecargo Gisel Carrillo.

Frente al depósito de cadáveres en el que se encuentran las víctimas, el fiscal del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera, dijo hoy que en la morgue hay 13 cuerpos sin vida, cuatro de los cuales de ciudadanos que al parecer se encontraban en la calle cuando cayó el avión en un acomodado barrio de la urbe.

Según Mancera, en los hospitales del DF hay trece heridos, cuatro de ellos graves, y todos presentan quemaduras de entre el 40 y el 70 por ciento de sus cuerpos.

El ministro Téllez explicó que la avioneta, modelo Lear jet 45 del año 1998, se desplazó por la mañana a San Luis Potosí, estado del centro de México, donde Mouriño acudió a un acto oficial, y partió normalmente de regreso al Distrito Federal por la tarde.

En su ruta de aterrizaje en el aeropuerto de la capital la aeronave fue precedida por un Boeing 367 procedente de Buenos Aires y seguida por un Foker 100 proveniente de Oaxaca, en el sur de México, que arribaron a su destino.

A las 18.46 hora local (23.46 GMT), cuando se registró la última comunicación, todos los parámetros de la operación estaban "dentro de la norma establecida", añadió el ministro. "En ningún momento se tuvo mensaje de piloto notificando problema alguno con la aeronave", reiteró Téllez.

El ministro de Comunicaciones y Transportes anunció que esa cartera y el Fiscalía General llevan a cabo las investigaciones, cuyos resultados no serán inmediatos y pueden tardar días o semanas para conocerse, advirtió. En esa tarea colaboran peritos de entidades aéreas de Estados Unidos y el Reino Unido, según el ministro.